Ciencias Sociales y Ciencias del Comportamiento

Asertividad, tipos de personas y preparación para el diálogo

Contenidos temáticos

  1. Definición de asertividad
  2. Persona no asertiva
  3. Persona agresiva
  4. Persona asertiva
  5. Derechos asertivos
  6. Causas de la falta de asertividad
  7. Preparación para el diálogo
  8. Consejos para tratar a una persona hostil

Desarrollo del tema

1. Definición de asertividad

Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no asertividad).

Suele definirse como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Cabe mencionar que la asertividad es una conducta de las personas, un comportamiento.

Es, también, una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.

2. Persona no asertiva

La persona no-asertiva no defiende los derechos e intereses personales. Respeta a los demás, pero no a sí mismo.

Comportamiento externo:

  • Volumen de voz bajo / habla poco fluida / bloqueos / tartamudeos/ vacilaciones /silencios / muletillas (¿esto…no?)
  • Huida del contacto ocular / mirada baja / cara tensa / dientes apretados o labiostemblorosos / manos nerviosas/ onicofagia/ postura tensa, incómoda
  • Inseguridad para saber qué hacer y decir
  • Frecuentes quejas a terceros (“X no me comprende”, “Y es un egoísta y se aprovecha de mí”…)

Patrones de pensamiento:

  • Consideran que así evitan molestar u ofender a los demás. Son personas “sacrificadas”
  • “Lo que yo sienta, piense o desee, no importa, importa lo que tú sientas, pienses o desees”
  • “Es necesario ser querido y apreciado por todo el mundo”
  • Constante sensación de ser incomprendido, manipulado, no tenido en cuenta

Sentimientos / emociones:

  • Impotencia / mucha energía mental, poca externa / frecuentes sentimientos de culpabilidad / baja autoestima / deshonestidad emocional (pueden sentirse agresivos, hostiles, etc., pero no lo manifiestan y a veces, no lo reconocen ni ante sí mismos) / ansiedad / frustración.
  • Este tipo de conductas tiene unas lógicas repercusiones en las personas que les rodean, el ambiente en el que se suelen mover, etc. Estas son las principales consecuencias que, a la larga, tiene la conducta no-asertiva en la persona que la realiza:
  • Pérdida de autoestima / pérdida del aprecio de las demás personas (a veces) / falta de respeto de los demás.
  • La persona no-asertiva hace sentirse a los demás culpables o superiores: depende de cómo sea el otro, tendrá la constante sensación de estar en deuda con la persona noasertiva (“es que es tan buena…”), o se sentirá superior a ella y con capacidad de “aprovecharse” de su “bondad”.
  • Las personas no-asertivas presentan a veces problemas somáticos (es una forma de manifestar las grandes tensiones que sufren por no exteriorizar su opinión ni sus preferencias).
  • Otras veces, estas personas tienen repentinos estallidos desmesurados de agresividad. Estos estallidos suelen ser bastante incontrolados, ya que son fruto de una acumulación de tensiones y hostilidad y no son manifestados con habilidad social.

3. Persona agresiva

Defiende en exceso los derechos e intereses personales, sin tener en cuenta los de los demás: a veces, no los tiene realmente en cuenta, otras, carece de habilidades para afrontar ciertas situaciones.

Defiende en exceso los derechos e intereses personales, sin tener en cuenta los de los demás: a veces, no los tiene realmente en cuenta, otras, carece de habilidades para afrontar ciertas situaciones.

Comportamiento externo:

  • Volumen de voz elevado / a veces: habla poco fluida por ser demasiado precipitada / habla tajante / interrupciones / utilización de insultos y amenazas
  • Contacto ocular retador / cara tensa / manos tensas / postura que invade el espacio del otro / tendencia al contraataque.

Patrones de pensamiento:

  • “Ahora sólo yo importo. Lo que tú pienses o sientas no me interesa”
  • Piensan que si no se comportan de esta forma, son excesivamente vulnerables
  • Lo sitúan todo en términos de ganar-perder
  • Pueden darse las creencias: “hay gente mala y vil que merece ser castigada” y/o “es horrible que las cosas no salgan como a mí me gustaría que saliesen”.

Emociones / sentimientos:

  • Ansiedad creciente
  • Soledad / sensación de incomprensión / culpa / frustración
  • Baja autoestima (si no, no se defenderían tanto)
  • Sensación de falta de control
  • Enfado cada vez más constante y que se extiende a cada vez más personas y situaciones
  • Honestidad emocional: expresan lo que sienten y “no engañan a nadie”.
  • Como en el caso de las personas no asertivas, los agresivos sufren una serie de consecuencias de su forma de comportarse:
  • Generalmente, rechazo o huída por parte de los demás
  • Conducta de “círculo vicioso” por forzar a los demás a ser cada vez más hostiles y así aumentar ellos cada vez más su agresividad.

No todas las personas agresivas lo son realmente en su interior: la conducta agresiva y desafiante es muchas veces (yo diría que la mayoría) una defensa por sentirse excesivamente vulnerables ante los “ataques” de los demás o bien es una falta de habilidad para afrontar situaciones tensas. Otras veces sí que responde a un patrón de pensamiento rígido o unas convicciones muy radicales (dividir el mundo en buenos y malos), pero son las menos.

Muy común es también el estilo pasivo-agresivo: la persona callada y no-asertiva en su comportamiento externo, pero con grandes dosis de resentimiento en sus pensamientos y creencias.

Al no dominar una forma asertiva o agresiva para expresar estos pensamientos, las personas pasivo-agresivas utilizan métodos sutiles e indirectos: ironías, sarcasmos, indirectas, etc. Es decir, intentan que la otra persona se sienta mal, sin haber sido ellos, aparentemente, los culpables. Obviamente, esto se debe a una falta de habilidad para afrontar las situaciones de otra forma.

4. Persona asertiva

Vistas ya las dos conductas que indican falta de asertividad, veamos, por fin, cómo se comporta, qué piensa y siente la persona que sí es asertiva. Lógicamente, rara vez se hallará una persona tan maravillosa que reúna todas las características; al igual que ocurre con los tipos descritos de no-asertividad y agresividad, los rasgos que ahora presentamos son abstracciones.

Todo lo más, podremos encontrar a personas que se asemejen al “ideal” de persona asertiva, y podremos intentar, por medio de las técnicas adecuadas, acercarnos lo máximo posible a este modelo, pero jamás tendremos el perfil completo, ya que nadie es perfecto.

Las personas asertivas conocen sus propios derechos y los defienden, respetando a los demás, es decir, no van a “ganar”, sino a “llegar a un acuerdo”.

Comportamiento externo:

  • Habla fluida / seguridad / ni bloqueos ni muletillas / contacto ocular directo, pero no desafiante / relajación corporal / comodidad postural.
  • Expresión de sentimientos tanto positivos como negativos / defensa sin agresión / honestidad / capacidad de hablar de propios gustos e intereses / capacidad de discrepar abiertamente / capacidad de pedir aclaraciones / decir “no” / saber aceptar errores.
  • Conocen y creen en unos derechos para sí y para los demás.
  • Sus convicciones son en su mayoría “racionales” ( esto se explicará más adelante).

Sentimientos/emociones:

  • Buena autoestima / no se sienten inferiores ni superiores a los demás / satisfacción en las relaciones/respeto por uno mismo.
  • Sensación de control emocional.
  • También en este caso, la conducta asertiva tendrá unas consecuencias en el entorno y la conducta de los demás:
  • Frenan o desarman a la persona que les ataque
  • Aclaran equívocos
  • Los demás se sienten respetados y valorados
  • La persona asertiva suele ser considerada “buena”, pero no “tonta”.

5. Derechos asertivos

Ser asertivo es tener la capacidad para expresar o transmitir lo que se quiere, lo que se piensa o se siente sin incomodar, agredir o herir los sentimientos de la otra persona.

  • Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
  • Derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones.
  • Derecho a ser escuchado y tomado en serio.
  • Derecho a juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones.
  • Derecho a decir “no” sin sentir culpa.
  • Derecho a pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor tiene derecho a decir “no”.
  • Derecho de opinión, idea o línea de acción.
  • Derecho a cometer errores.
  • Derecho a pedir información y ser informado.
  • Derecho a obtener aquello por lo que pagué.
  • Derecho a ser independiente.
  • Derecho a decidir qué hacer con mis problemas, cuerpo, tiempo, etc., mientras no se violen los derechos de otras personas.
  • Derecho a tener éxito.
  • Derecho a gozar y disfrutar.
  • Derecho a mi descanso y aislamiento.
  • Derecho a superarme.
  • Derecho a no ejercer estos derechos.

6. Causas de la falta de asertividad

La asertividad evoluciona, su raíz es la interacción y la experiencia a través de formación social de cada individuo, que debilitan o refuerzan tanto su confianza como su autoestima a lo largo de su existencia.

La falta de asertividad por tanto es parte de la decadencia o debilidad de las características básicas del carácter, pero también la falta de un ideal o meta, generan pérdida de autoestima y asertividad.

Muchos son los factores que afectan la falta de asertividad, pero los más importantes son:

  • Falta de carácter
  • No tener metas ni objetivos
  • Falta de confianza en nuestras habilidades
  • Depender siempre de otros
  • No tener fuerza para expresar nuestros derechos
  • No aceptar que nos podemos equivocar
  • Falta de creencias e ideologías
  • Poca astucia para afrontar los retos
  • Ajustar nuestro carácter al de los demás, solo para ser aceptados

7. Preparación para el diálogo

Sin perder de vista que lo importante es lo que hagamos y lo que decimos solamente puede ser una guía para que el otro sepa cuáles van a ser nuestros siguientes pasos, tenemos que preparar aquello que vamos a decirle.

El diálogo que tengamos con él tiene que cumplir los siguientes requisitos para ser un diálogo asertivo:

  • Describir los hechos concretos. Cuando describimos hechos que han ocurrido el otro no puede negarlos y así podemos partir de ellos para discutir y hacer los planteamientos precisos. No se trata de decir “eres un vago” sino decir, “vengo observando que te levantas desde hace ya varias semanas a la hora de comer”. Es decir comunicar de forma contundente y clara como nos hace sentir aquello que ha ocurrido y que juicio moral o de pensamiento nos despierta. Le puede parecer desproporcionado, o injusto, o… pero es lo que nosotros sentimos y tenemos derecho a hacerlo así, no aceptaremos ninguna descalificación, defenderemos nuestro derecho a sentirnos tal y como le decimos.
    Le estamos informando, no le pedimos que nos entienda o nos comprenda, por eso no puede descalificarnos ni aceptaremos críticas a nuestros sentimientos, emplearemos la técnica del banco de niebla combinado con el disco rayado.
  • Pedir de forma concreta y operativa lo que queremos que haga. Son conductas concretas que el otro puede entender y hacer. Se le podría plantear también las consecuencias que tendrá para él no hacerlo, pero es preferible especificar lo que va a obtener de forma positiva.
  • Muchas veces se trata solamente de una forma de presentación, hay que tener en cuenta que frecuentemente algo que puede ser planteado como un castigo, si no lo hace, se puede ver como algo positivo si lo hace. “Si no lo haces tendrás un castigo” se puede convertir en “Si lo haces evitarás que haga lo que no quiero hacer que es lo que supone un castigo para ti, que es algo que, por supuesto, yo tengo que hacer para ser consecuente con mis objetivos y los sentimientos que ya he expresado”.

8. Consejos para tratar a una persona hostil

El Doctor Joaquín Pérez Férriz en su libro comunicación Y desarrollo personal, a continuación nos da algunos consejos para tratar a personas hostiles:

Cómo realizar peticiones:

  • Cuando pidas algo, no lo hagas “a cambio” de otra cosa (es decir, no aceptes ni realices chantajes morales o emocionales).
  • No te justifiques ni te humilles ante el otro, pero tampoco le coacciones o le hagas chantaje emocional.
  • Considera que mereces lo que pides.
  • Mantén siempre la calma y el autocontrol.
  • Exprésate con claridad, sin rodeos.
  • Si recibes una negativa, di que comprendes las razones del otro. Si lo crees necesario y conveniente, vuelve a intentarlo en los mismos términos.

Ante un interlocutor hostil:

  • No ser reactivo, es decir, no acalorarse ni seguir el juego en las conversaciones alteradas. Permanecer sereno.
  • No aceptes entrar en el juego de las conversaciones negativas o malintencionadas.
  • No contraargumentes ni lleves la contraria. Las conversaciones malintencionadas no buscan llegar a acuerdos mutuos, sino que pretenden manipular y desestabilizar.
  • Si te critican abiertamente, puedes usar dos tácticas, según lo requiera la situación:

Pedir al otro que critique concretamente tus actuaciones, no a ti mismo.
Admitir la crítica de manera serena y despreocupada. Es decir, admitir tan sólo que dicha crítica “puede ser” cierta, lo que implica asimismo que “puede no ser” cierta con lo cual no cedemos y mantenemos la calma.

  • No te tomes las negativas, los reproches o las críticas de manera personal. Evitarás resentimientos inútiles.
  • Ante un interlocutor agresivo o enfadado, condúcele discreta pero firmemente a que se centre en “los hechos”, en lo que realmente ha sucedido, no en las personas.
  • Propón buscar soluciones en torno a los hechos, no en las personas.
  • Salva siempre la dignidad del otro, evitarás su resentimiento y su venganza.

Formulación ternaria:

Secuencia para aplicar la conducta asertiva. La Asertividad se suele aplicar generalmente en tres pasos bien diferenciados:

  • Centrarse en exponer los hechos y los datos. En esta fase no exponer sentimientos, opiniones o razonamientos de ningún tipo.
  • Exponer claramente lo que tú deseas. Aclara todas tus razones, tus motivos personales y tus sentimientos.
  • Di claramente y sin rodeos lo que esperas que haga el otro.

Recurso didáctico de apoyo