Introducción
La multimodalidad refiere a la aplicación de múltiples alfabetizaciones dentro de un medio, describe las prácticas de comunicación en términos de recursos textuales, auditivos, lingüísticos, espaciales y visuales utilizados para componer mensajes. Si bien todas las prácticas de comunicación, alfabetización y composición son y siempre han sido multimodales, la atención académica y científica al fenómeno ha ganado impulso desde la década de 1960. El trabajo de Roland Barthes y otros ha dado lugar a una amplia gama de enfoques disciplinarios distintos. Actualmente, los profesores de retórica y composición han incluido la multimodalidad como parte de sus cursos.
Desde mediados de los 90, cuando el lingüista, semiótico y teórico social Gunther Kress introdujo el término multimodalidad en el contexto del proyecto seminal Multialfabetizaciones, han surgido, evolucionado e impactado tanto en la teoría como en la práctica propiciando nuevos discursos educativos. Por tanto, el concepto de multimodalidad se utiliza en semiótica y didáctica, siendo un punto de partida para el análisis y diseño de prácticas docentes adaptadas a un entorno digital en constante cambio.
Recientemente ha habido un fuerte interés en aplicar la multimodalidad como estrategia para promover el aprendizaje flexible con apoyo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), así como en la implementación de experiencias de aprendizaje en varias modalidades a la vez, lo que ha dado paso al término Multimodalidad Educativa (ME). En el siguiente recurso se hace un breve recorrido por los antecedentes de la ME, su incorporación en los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como su desarrollo en el contexto de la educación superior.

Desarrollo del tema
Antecedentes de la multimodalidad educativa
Bezemer y Jewitt (2010) señalan que el campo de la multimodalidad es “de aplicación más que de teoría”. La multimodalidad como concepto se ha convertido en un tema complejo por las diversas aristas en las que puede ser abordado. Aunque las discusiones sobre multimodalidad a menudo implican menciones tanto del medio como del modo, estos dos términos no son sinónimos: sin embargo, sus alcances pueden superponerse dependiendo de cuán preciso los autores y tradiciones individuales usen los términos.
Gunther Kress señala que la multimodalidad es canónica dentro de la semiótica social y tiene una influencia considerable en otros enfoques (estudios de escritura). Esto puede ser abordado de dos maneras, en el primero, Kress (2010) indica que un modo es un recurso moldeado social y culturalmente para crear significado. La imagen, la escritura, el diseño, el habla, las imágenes en movimiento son ejemplos de diferentes modos. En el segundo, Kress y Theo (1996) señalan que los modos semióticos, se conforman tanto por las características y potencialidades intrínsecas del medio como por los requisitos, historias y valores de las sociedades y sus culturas. Así, cada modo tiene un recurso modal diferente, que está histórica y culturalmente situado y que lo descompone en sus partes, porque “cada uno tiene distintas potencialidades para el significado».
Con base en lo anterior, en las semióticas sociales, el medio es la sustancia en la que se realiza el significado y a través de la cual se vuelve disponible para otros. Los medios pueden incluir: video, imagen, texto, audio, etcétera. Socialmente, el medio incluye prácticas semióticas, socioculturales y tecnológicas como el cine, el periódico, una cartelera, la radio, la televisión, el teatro, un salón de clases, entre otros.
Efectos tecnológicos de la multimodalidad
En la década de 1990, la multimodalidad creció en alcance con los avances en el acceso de Internet, las computadoras personales y otras tecnologías digitales masivas. La alfabetización de la generación emergente cambió, acostumbrándose a que el texto circulara en piezas, de manera informal y a través de múltiples medios de imagen, color y sonido. Esto representó un cambio fundamental en la forma en que se presentó la escritura: de la impresión a la pantalla.
La alfabetización evolucionó de modo que los estudiantes llegaron a las aulas con conocimientos de video, gráficos e informática, pero no de escritura alfabética. Las y los educadores tuvieron que cambiar sus prácticas de enseñanza para incluir lecciones multimodales a fin de ayudar a los estudiantes a lograr el éxito en la escritura para el nuevo milenio. Por lo anterior, la multimodalidad ha evolucionado junto con la tecnología. Esta evolución ha creado un nuevo concepto de escritura, un contexto colaborativo que mantiene al lector y al escritor en relación. El concepto de lectura es diferente con la influencia de la tecnología debido al deseo de una transmisión rápida de información.
La educación multimodal
La multimodalidad en el siglo XXI ha provocado que las instituciones educativas consideren transformar aspectos convencionales de los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula. Con un aumento en la alfabetización digital de las personas y el uso masivo del Internet, se hace evidente la necesidad de contar con modos diversos de comunicación en el aula. Vaish y Towndrow (2010) señalan que a medida que las tecnologías del aula se vuelven más prolíficas, también lo hacen las asignaciones multimodales. Los estudiantes del siglo XXI tienen más opciones para comunicarse digitalmente, ya sea mediante mensajes de texto, blogs o redes sociales. Este aumento en la comunicación controlada por computadora ha requerido que las clases se vuelvan multimodales para enseñar a los estudiantes las habilidades requeridas en el entorno laboral del siglo XXI.
En un entorno áulico, la multimodalidad es más que simplemente combinar múltiples tecnologías, sino crear significado a través de la integración de diversos modos. Las y los estudiantes están aprendiendo a través de una combinación de estos modos, incluidos el sonido, los gestos, el habla, las imágenes y el texto. Por ejemplo, en los componentes digitales de las lecciones, comúnmente hay imágenes, videos y fragmentos de sonido, además del texto, para ayudar a los estudiantes a comprender mejor los conceptos y procedimientos. La multimodalidad también requiere que las y los docentes vayan más allá de la enseñanza con solo texto, ya que la palabra impresa es sólo uno de los muchos modos que los estudiantes deben aprender y usar (Kress, 2003; Vaish y Towndrow, 2010; Lombardi, 2018).
Este concepto ha sido presente en la educación superior a través de pedagogías y textos que involucran el uso de imágenes y las TIC. Diversas universidades de todo el mundo están optando por asignaciones multimodales para adaptarse a la tecnología actualmente disponible. Se sigue investigando la implementación de la multimodalidad en la educación superior para encontrar la mejor manera de enseñar y asignar tareas multimodales (Lombardi, 2018).
La multimodalidad en el entorno universitario se puede ver en un artículo de Teresa Morell, donde analiza cómo la enseñanza y el aprendizaje obtienen significado a través de modos como el lenguaje, el habla, la escritura, los gestos y el espacio. El estudio observa a un instructor que realiza una actividad grupal multimodal con sus estudiantes. El estudio actual observa el uso combinado de múltiples modos de enseñanza para ver su efecto en la participación de los estudiantes y la comprensión conceptual. El análisis muestra cómo las elecciones multimodales de un instructor involucran la participación y comprensión de los estudiantes. Consiguiendo que las y los estudiantes participaran formulando una definición grupal de los estereotipos culturales. Se encontró que aquellos que están aprendiendo un segundo idioma dependen de algo más que la palabra hablada y escrita para el aprendizaje conceptual, lo que indica que la educación multimodal tiene beneficios (Morell, 2018).
La mutimodalidad como vía para diversificar la implementación de experiencias de aprendizaje en el nivel superior
Diversas Instituciones de Educación Superior (IES) han visto en las tecnologías digitales una vía para crecer e innovar, permitiendo que las modalidades presencial, en línea o virtual, abierta y a distancia, de certificación por examen, además de otras opciones que, auxiliadas por las Tecnologías de la Información, Comunicación, Conocimiento y Aprendizaje Digital (TICCAD), concurran en una misma experiencia de aprendizaje, en otras palabras, posibilitando un enfoque multimodal para la implementación de su oferta educativa.
Es así que emerge el concepto de la ME, el cual se denomina como el fenómeno que se presenta al integrar las TIC en los entornos de enseñanza y aprendizaje (SUME, 2018). Lo anterior, tiene implicaciones en las dimensiones académicas, tecnológicas y de gestión de las IES, dando a paso a cambios relacionados a la flexibilidad en la implementación de la oferta educativa, el desarrollo de nuevas competencias para la enseñanza y aprendizaje con tecnología, así como ajustes normativos que posibiliten un modelo de educación multimodal. Además, son características de la ME: (1) su relación con el uso intensivo y responsables de las TIC, (2) la integración de los avances científicos y la innovación tecnológica al contexto educativos, (3) la posibilidad de adaptar la educación a las necesidades reales de las personas, y (4) el despliegue de múltiples modalidades en un programa educativo a través de las experiencias de aprendizaje que lo conforman.

Entre los beneficios que puede traer la ME se encuentran: (1) un alcance mayor de estudiantes a partir de la incorporación de plataformas para la educación digital y tecnologías emergentes, (2) la optimización de recursos humanos y materiales de las instituciones a través del uso de tecnologías digitales, (3) constituir sistemas de educación multimodal que contribuyan a la implementación de las experiencias de aprendizaje con TIC mediante la Tecnología Educativa (TE), y (4) transitar hacia el paradigma de educación a lo largo de la vida a través experiencias de aprendizaje multimodales que favorezcan trayectos formativos flexibles.
Por lo anterior, es necesario reflexionar sobre la implicaciones que tienen las IES al transitar de un modelo educativo pasivo a uno modelo integral, participativo y flexible que responda a las condiciones y exigencias actuales de la sociedad, para garantizar una formación integral de calidad, particularmente para quienes tienen dificultad de acceder a los servicios educativos tradicionales. Es así que la ME tiene como uno de sus objetivos principales el de reducir la brecha entre la enseñanza formal tradicional y las necesidades educativas de un mundo más complejo e interconectado.
Conclusión
El ser humano se encuentra en un momento donde las tecnologías digitales están revolucionando la forma de producir y distribuir conocimiento, propiciando que las instituciones educativas adapten sus modelos y sistemas para contribuir de manera responsable y sostenible en la educación de la sociedad.
Los sistemas educativos y las tecnologías digitales son elementos que articulados de manera efectiva pueden contribuir a generar un ecosistema propicio para el desarrollo de la ME. Por las características y posibilidades que brindan los modelos multimodales se puede detonar la innovación y disrupción en los ámbitos académicos, tecnológicos y de gestión de los centros educativos en donde se implementan.
Finalmente, por la base tecnológica que integra la ME, se está demostrando su eficacia para contribuir al desarrollo de una sociedad digital que avanza firme hacia las oportunidades y desafíos que traen consigo la cuarta y quinta revoluciones industriales.
Autor. Dr. Roberto José Muñoz Mújica
Referencias bibliográficas
- Bezemer, J. and Jewitt, C. 2010. “Multimodal analysis: Key issues”. In Litosseliti, L. (Ed.), Research Methods in Linguistics. London: Continuum, 180–197.
- Kress, Gunther (2010). Multimodality: A Social Semiotic Approach to Contemporary Communication. New York: Routledge. p. 79. ISBN 978-0415320603.
- Kress, G. (2003a). Literacy in the new media age. Routledge.
- Kress, G. y van Leeuwen, T. (1996). Reading Images: The Grammar of Visual Design. Londres: Routledge.
- Lombardi, D. (2018). Braving multimodality in the college composition classroom. In Designing and Implementing Multimodal Curricula and Programs (pp. 15–34). Routledge.
- Morell, T. (2018). Multimodal competence and effective interactive lecturing. System. https://doi.org/10.1016/j.system.2017.12.006
- SUME. (2018). Marco de Referencia para la Educación Multimodal. Recuperado de: https://blogs.ugto.mx/marco/
- Vaish, V., & Towndrow, P. A. (2010). 12. Multimodal literacy in language classrooms. In N. H. Hornberger & S. L. McKay (Eds.), Sociolinguistics and Language Education (pp. 317–346). Multilingual Matters.