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Cómo el altruismo efectivo está cambiando la forma en que vivimos éticamente

Contenidos temáticos

  1. El altruismo efectivo
  2. La investigación y la razón
  3. Los pioneros del altruismo efectivo
  4. Hacer el bien con un presupuesto ajustado

Desarrollo del tema

1. El altruismo efectivo

El altruismo efectivo es una filosofía y movimiento social que utiliza la evidencia y la razón para encontrar las formas más efectivas para mejorar el mundo. Un ejemplo de altruismo efectivo es Matt Wage, quien rechazó un cargo prestigioso en un posgrado de la Universidad de Oxford para seguir una carrera en Wall Street. Al cabo de un año empezó a donar la mitad de su salario a beneficencias efectivas y pronto estaba en camino de lograr su meta personal de salvar 100 vidas cada año. Algunos altruistas efectivos escogen carreras bien pagadas y vivir modestamente para poder donar tanto como sea posible.

2. La investigación y la razón

Los altruistas efectivos investigan qué beneficencias son las más exitosas en la ayuda al prójimo para decidir dónde donar.

Compare sus selecciones con aquellas del altruismo de cálido resplandor, en el que las personas donan sumas pequeñas a varias beneficencias que mueven sus emociones. Por ejemplo, la fundación Make-A-Wish hace realidad los sueños de niños que sufren de enfermedades críticas. Cumplir los deseos de niños gravemente enfermos resuena emocionalmente en los altruistas efectivos, aunque bien podrían donar en su lugar a la Fundación para Combatir la Malaria por preferir que su contribución ayude a salvar las vidas de varios niños. Los altruistas efectivos ayudan a disminuir el sufrimiento y salvar vidas al poner sus donaciones a trabajar en donde creen que el dinero hará el mayor bien. Consideran que el sufrimiento de las personas de diversos grupos sociales o religiosos es igualmente importante.

3. Los pioneros del altruismo efectivo

Entre los pioneros del altruismo efectivo se encuentra Peter Singer, quien en 1972 escribió el artículo “Hambre, riqueza y moralidad” en el que establece que las personas deben dar tanto como puedan a los fondos de ayuda en casos de desastres. En el 2009 Singer publicó el libro Salvar una vida en el que incluyó una escala de donación basada en ingresos. En el 2004, The New Yorker hizo un perfil del magnate de los bienes raíces Zell Kravinsky, quien donó casi la totalidad de su fortuna de US$45 millones a organizaciones benéficas. Los profesores de economía del MIT Abhijit Banerjee y Esther Duflo fundaron el Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (J-PAL) para investigar las acciones más efectivas para combatir la pobreza. Por su parte, Holden Karnofsky y Elie Hassenfeld crearon GiveWell, una organización que evalúa la eficacia de las beneficencias, y los estudiantes de Oxford Toby Ord y Will MacAskill, Giving What We Can, una asociación dedicada a acabar con la pobreza. MacAskill y sus amigos también fundaron 80,000 Hours, que recomienda las carreras que hacen el mayor bien.

4. Hacer el bien con un presupuesto ajustado

Los ciudadanos de sociedades prósperas pueden influir de manera significativa en las vidas de la gente en países en desarrollo si donan alrededor del 10% de sus ingresos, incluso con un salario por debajo del promedio. Julia Wise y su esposo Jeff Kaufman llevan una vida modesta para poder donar la mitad de su ingreso. Determine usted cuánto de su ingreso puede canalizar a esfuerzos filantrópicos y mantener una vida cómoda.

Decida cuánto desea donar y disfrute del resto de su dinero. Rhema Hokama encontró una manera para practicar el altruismo efectivo con un salario modesto. Como estudiante de doctorado en Harvard, ella gana alrededor de US$27 mil al año como free lance e investigadora. A pesar de su ingreso bajo, se encuentra entre el 4.4% más rico del mundo. Ella ahorra el 5% de su ingreso para donarlo al final del año a beneficencias que encuentra que son efectivas, incluidas Oxfam y la Fistula Foundation.

Gane más, dé más

Jim Greenbaum practicaba el altruismo efectivo mucho antes de que existiera el término. Decidió ganar tanto dinero como pudiera para que a la edad de 40 años fuera posible dejar de trabajar y ayudar al prójimo. Fundó y luego vendió la empresa de telecomunicaciones Access Long Distance, y a sus 41 años juró donar el 85% de sus US$133 millones. Aunque disfruta de una vida lujosa, le otorga menor valor a lo material y prefiere usar su dinero para ayudar a otros. Durante años el jugador alemán de póker profesional Philipp Gruissem disfrutó de sus ganancias y se dio la gran vida.

Cuando este estilo de vida dejó de ser satisfactorio se volvió al altruismo efectivo. Donó parte de sus ganancias de US$2.4 millones obtenidas en el 2013 y fundó una beneficencia para alentar a otros jugadores de póker a donar, llamada Raising for Effective Giving. Empezar una organización puede ser un paso importante en el altruismo efectivo. En 1966 la monja budista Cheng Yen fundó Tzu Chi para ayudar a familias necesitadas, abrir hospitales y capacitar personal médico. La organización ahora es global con 10 millones de miembros en 51 países. Cheng Yen empezó su esfuerzo con 30 amas de casa que donaban centavos cada semana.

Carreras altruistas

Muchas personas con inclinaciones filantrópicas deciden trabajar para una obra benéfica en lugar de ganar dinero para donar. Piense si este camino contribuye de manera efectiva a su esfuerzo de hacer del mundo un mejor lugar. Por ejemplo, salvo que cuente con ciertas habilidades especiales, otras personas podrían ocupar el puesto tan bien como usted. Como donante su apoyo económico puede permitirle a una organización contratar más empleados cuyo impacto pueda superar lo que usted pudiera lograr si trabajara para ella. Escoger una carrera ética es una aportación positiva para el mundo.

Trabajar en una organización para influir en su dirección también puede serlo. Por ejemplo, un ejecutivo se unió al Banco Mundial a pesar de sus reservas en cuanto a su efectividad. Con el tiempo convenció al banco de destinar US$400 millones para programas de planeación familiar más productivos. La investigación médica ofrece otras oportunidades para ayudar a la humanidad. La ciencia ha desarrollado vacunas para la poliomielitis y la viruela, que han salvado millones de vidas. En el campo de la medicina altruista considere a las personas que donan órganos regenerativos, como sangre, células madre y médula ósea, que cada vez son más comunes. Seis millones de personas en Estados Unidos y 11 millones a nivel mundial están registradas como potenciales donadores de médula ósea. Donar un riñón a un extraño es poco usual y era ilegal en el Reino Unido hasta el 2006, aunque esta donación es relativamente segura para el donador y le otorga 10 años de vida al receptor.

Por qué ser altruista

Los altruistas efectivos tratan de atemperar la empatía emocional mediante la evaluación práctica y usar la información para asegurarse de que sus donaciones serán lo más efectivas posible. Creen que las personas deberían hacer tanto bien como puedan con los recursos que tienen. Algunos estudios muestran que los altruistas efectivos experimentan niveles más bajos de preocupación empática. Esto se puede deber a que tienen habilidades de razonamiento abstracto más afinadas o simplemente se apoyan más en la información analítica, a diferencia de los donadores altruistas de cálido resplandor, que se enfocan en los aspectos de “sentirse bien” que les genera la donación.

Cuando un porcentaje importante de un segmento de la población tiene suficiente dinero para satisfacer sus necesidades, este busca un propósito en la vida, y el altruismo lo cumple. Además, hay una generación que está llegando a la mayoría de edad que se siente cómoda en utilizar la tecnología y entiende los datos.

5. La pobreza relativa

El querer ayudar a la gente en su propio país antes que a otros es común. Sin embargo, una persona pobre en Estados Unidos tiene una situación mejor que otra en un país en desarrollo. En el 2012 la línea de bienestar mínimo en Estados Unidos para una familia de cuatro era de US$16.34 al día, en contraste con la de extrema pobreza marcada por el Banco Mundial (en dólares del 2014) de US$1.53. Las personas en condiciones de pobreza en Estados Unidos pueden recibir ayuda alimentaria y médica que no está disponible en la mayoría de los países pobres, además de que cuentan con agua potable. Las donaciones en países en desarrollo son más productivas que en países desarrollados. Muchas personas donan a causas que ayudan a gente pobre en Estados Unidos, mientras ciudadanos de países pobres tienen menos que dar. El principio de “arbitraje altruista” muestra que su dinero ayuda más a personas en países pobres que en países ricos.

Cómo escoger

En lugar de buscar las causas más urgentes para apoyarlas, pregunte dónde su dinero tendrá el mayor impacto positivo. Por ejemplo, compare dos causas urgentes pero diferentes: el cambio climático y la malaria. Los científicos están de acuerdo en que abordar el cambio climático es crucial y muchas organizaciones ambientalistas están empujando el tema, pero su donación personal puede tener un menor impacto ahí. En cambio, proveer mosquiteros para proteger a niños de contraer malaria puede parecer menos urgente que proteger la Tierra, pero su ayuda económica puede ser mucho más práctica y significativa. La mayoría de las organizaciones que rescatan animales se enfocan en perros y gatos, pero los animales de granja padecen un sufrimiento horrendo.

Se podría usted preguntar si los animales sufren tanto como los humanos y si su sufrimiento importa tanto como el de los humanos. Reducir el sufrimiento animal no es caro. Educar al público y reducir el consumo también son tácticas efectivas.

Dar los pasos para limitar los daños a la existencia humana, como reducir el consumo animal, la conservación de la energía y disminuir la propagación de virus a través de la cría intensiva de animales, pueden ser opciones efectivas.

El AVAC y el AVAD

Cómo escoger, digamos, entre curar la ceguera o dar de comer a los hambrientos. Los economistas y las organizaciones sanitarias usan medidas para tomar estas decisiones. El Instituto Nacional de Salud y Cuidados de Excelencia usa la medida del “año de vida ajustado por calidad” (AVAC) para medir el valor de las intervenciones médicas. Un AVAC equivale a un año de buena salud. La OMS usa el “año de vida ajustado por discapacidad” (AVAD) para medir los efectos negativos de diferentes enfermedades. Por ejemplo, si un AVAC equivale a un año de buena salud, la ceguera sin tratamiento reduce la calidad de ese año a razón de 0.2 AVAD por año. Así, un año estando ciego equivale a 0.8 años de vida saludable. Algunas beneficencias como GiveWell y Animal Charity Evaluators valoran la eficacia de organizaciones caritativas, aunque pocas personas investigan poco o nada antes de donar, e investigarlas no es fácil. Anteriormente, el único sitio importante era el de Charity Navigator con calificaciones para alrededor de siete mil organizaciones.

Los altruistas efectivos van por la meta de usar su dinero para hacer cuanto bien sea posible. Contar con información sólida sobre si US$100 mil ayudarán a la salud de un determinado número de personas o salvarán las vidas de cierto número de niños le permitiría a los donadores tomar decisiones según sus convicciones.

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