Administración, Negocios y Legislación

Pequeños gigantes, promoviendo empresas grandiosas

Contenidos temáticos

  1. Introducción
  2. Resistirse al llamado de ser más grande
  3. Los propietarios deben pertenecer a la compañía
  4. Crear lazos permanentes con la localidad
  5. Crear lazos con proveedores y clientes
  6. Ofrezca exactamente lo que necesita el cliente
  7. Crear una cultura corporativa que nos quede bien
  8. Permita que cada quien siga sus pasiones

Desarrollo del tema

1. Introducción

No todos los dueños de compañías quieren que estas crezcan, se coticen en la bolsa y produzcan lo suficiente como para vivir felices para siempre. De hecho, un creciente número de compañías, y sus fundadores, están siguiendo un camino diferente. Estas compañías no tratan de crecer constantemente sino que prefieren ser grandiosas, es decir, ser las mejores en lo que hacen.

2. Resistirse al llamado de ser más grande

Es normal que las compañías crezcan tanto que eventualmente tengan que vender sus acciones públicamente. Todos los consejeros profesionales constantemente alentarán un rápido crecimiento de la compañía.

La razón de esto es que mientras más grande termine siendo la compañía, mejor se verán sus consejos y habrá más posibilidades de que la compañía trabaje con ellos en el futuro. Esta opción trae consigo una serie de ventajas que no tiene la venta pública de acciones:

  • Es posible elegir y desarrollar el estilo de vida que queramos sin tener que justificarnos ante otros accionistas.
  • Es posible tomar decisiones sin tener que darle explicaciones a nadie.
  • Podemos tratar a los empleados como si fueran miembros de nuestra propia familia si así lo queremos.
  • Podemos decidir qué tanto crecer, y si decidimos no crecer más, está bien.
  • Podemos construir algo único, independientemente de cuánto dinero haya disponible.
  • Podemos actuar impulsivamente o incluso asumir riesgos si queremos.
  • Tenemos la libertad de hacer algo que consideremos diferente en vez de caer en la rutina de generar cada vez más y más ventas.

Lo importante es saber que el éxito en los negocios no es unidimensional como parece.

3. Los propietarios deben pertenecer a la compañía

Algunas compañías tienen estructurados sus capitales de tal manera que estos terminan siendo las víctimas del éxito de aquella. El capital es necesario para hacer crecer la compañía o para crear economías de escala.

Los principales problemas con los inversionistas externos son:

  • Siempre están buscando una estrategia de salida para sus inversiones: por tanto, si aparece un posible comprador, los inversionistas lo acogerán con entusiasmo aunque esto le traiga consecuencias negativas a la compañía.
  • Prefieren que el valor de su inversión esté claramente establecido: por tanto, les atrae la visibilidad y liquidez de una compañía pública.
  • Quieren crecer: presionarán para que la compañía crezca a expensas de cualquier otra opción.
  • Prefieren un tren gerencial con experiencia que a usted: mientras más dinero consigamos, mayor será la presión. Esto conlleva a una típica situación: sin gerentes experimentados no conseguiremos inversión para que la compañía crezca; pero estos gerentes son tan solicitados que contratarlos nos costará el dinero que no tenemos.

Aparte de la presión por parte de los inversionistas externos, habrá otros elementos del negocio ansiosos por que la compañía crezca:

  • Los empleados quieren oportunidades para ampliar sus carreras mediante nuevos cargos.
  • Los proveedores siempre nos conminarán a crecer, sobre todo si somos sus distribuidores.
  • Los clientes nos pedirán que hagamos más negocio con ellos; tal vez para surtir sus tiendas en otras regiones.
  • El clima social y cultural pedirá a gritos un gran crecimiento. Esto es propio de la mentalidad empresarial.

4. Crear lazos permanentes con la localidad

Los pequeños gigantes suelen ser peculiares e individualistas. Estas compañías suelen tener personalidades distintivas, parecidas a las de la comunidad en la que están ubicadas.

Hay el compromiso de ser un buen ciudadano corporativo, y esto genera una fuerte cultura corporativa.

Esta peculiaridad suele jugar un importante papel dentro del éxito de la compañía.

5. Crear lazos con proveedores y clientes

Todos los pequeños gigantes suelen centrarse en el cliente. Esto es natural, pues estas compañías no están tratando constantemente de pasar al próximo nivel de ventas.

Una consecuencia de esto es que los pequeños gigantes siempre crean lazos inusualmente fuertes con sus proveedores. Para establecer lazos tan fuertes con sus clientes y proveedores, no existe una receta, pero si algunas prácticas que siguen los pequeños gigantes:

  1. Muchos se valen de la educación para establecer su relación con el cliente: le enseñan qué es lo que puede esperar y después se responsabilizan por ofrecer dicho servicio.
  2. Crean lo que se podría llamar “sentido de comunidad”: crean una causa común entre la compañía, los clientes y los proveedores. Este se sustenta sobre tres pilares:
    • Integridad: la compañía es lo que proclama.
    • Profesionalismo: se ofrece lo que se promete.
    • Crear una conexión humana.
  3. Son leales; se quedan con los mismos proveedores a pesar de que haya mejores opciones: en muchos casos estos proveedores han creado su negocio alrededor del éxito del pequeño gigante, y hay un sentimiento recíproco de aprecio en la relación.
  4. Cuentan con una cultura corporativa coherente: así que todos los integrantes de la organización se comportan según los mismos valores.
  5. “Personalizan” sus transacciones: los clientes nunca sienten que son un número más.
  6. Cuando se comenten errores, se ocupan de arreglar las cosas: porque saben que hasta el mejor plan puede salir mal.

6. Ofrezca exactamente lo que necesita el cliente

En definitiva, todo lo que hace grande a una compañía depende de quienes trabajan día a día en la misma.

Los pequeños gigantes ofrecen los mismos beneficios que las demás compañías, pero además, ofrecen una especie de intimidad que magnifica las acciones de los empleados.

Para lograr este intenso sentimiento de camaradería, hay varios enfoques que se pueden adoptar, tal como lo hacen los pequeños gigantes. Estos:

  • Tienden a mantener pequeños equipos de trabajo: de modo que el gerente pueda tener contacto directo con cada miembro.
  • Hacen las cosas bien: es decir, contratan a las personas adecuadas y después se concentran en mantenerlas felices.
  • Suelen crear nuevas formas de valorar a sus empleados: haciendo pequeñas cosas que satisfagan sus necesidades, como aumentos o ayuda educativa.
  • Se esfuerzan por crear una atmósfera colegial en el lugar de trabajo: se fomenta el respeto y la confianza en los colegas.

7. Crear una cultura corporativa que nos quede bien

La mayoría de los fundadores de compañías que se transforman en pequeños gigantes son idealistas. Tienen sus propias ideas sobre cómo debe estar estructurado el lugar de trabajo y ponen sus ideas en práctica en su propia compañía.

El resultado es que los pequeños gigantes poseen culturas corporativas que influyen en todo lo que hacen. Los pequeños gigantes pueden probar diversas filosofías gerenciales porque no tienen que rendirles cuentas a los analistas financieros que siguen el desempeño de las compañías públicas.

Aunque las culturas difieren enormemente entre compañías, siempre hay ciertas semejanzas entre las culturas corporativas de los pequeños gigantes:

  1. El concepto de “líder servicial” es muy común: esto significa que los líderes de la organización están ahí para ayudar a los empleados a ser más eficientes, no para decretar qué se puede hacer y qué no.
  2. La mayoría mezclan la ética y fuertes sistemas de creencias con su negocio: por ejemplo, fundamentan todo abiertamente a partir de creencias cristianas.
  3. La mayoría prefieren la pasión frente al crecimiento a toda costa: no es inusual que un pequeño gigante trate de disminuir su fuerza laboral y, al mismo tiempo, conservar a todos los empleados.
  4. Suelen carecer de jerarquías: no es raro ver a los líderes corporativos junto a todo el resto del personal y cumpliendo con sus responsabilidades gerenciales en su tiempo libre a pesar de que tienen grandes cantidades de trabajo.
  5. Las culturas corporativas no están centradas en crear valor para el accionista ni en maximizar las ganancias: se entiende que la compañía debe generar ciertos ingresos para mantenerse, pero hay cosas más importantes que la simple maximización de las ganancias.

8. Permita que cada quien siga sus pasiones

Sin lugar a dudas, los pequeños gigantes son compañías extraordinarias. Son capaces de unir en un mismo lugar arte y negocio de un modo interesante. Los pequeños gigantes hacen cosas dignas de mención:

  1. Suelen ser dirigidos por personas que tienen muy claro lo que quieren ofrecer y han estructurado la compañía para ofrecer exactamente eso.
  2. No valoran su compañía mediante las nociones tradicionales: qué tan grande y rentable es la compañía.
  3. Son disciplinados. No harán nada por dinero. Les encanta lo que hacen y se concentran en eso.
  4. Armonizan el lado comercial de sus actividades con el lado creativo.

Recurso didáctico de apoyo