Geografía

Importancia de las regiones y los recursos naturales

Regiones naturales

Hasta ahora habíamos hablado de la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera, pues construiste tu aprendizaje sobre ello en los bloques anteriores, por lo que ya sabes a qué se refiere cada una de estas capas de la Tierra. En este bloque vamos a estudiar a la biosfera, del griego bios, que significa vida, y sphaira, esfera, y que e la capa del planeta en donde se desarrolla la vida.

Según nos explica la Conabio (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad), se considera biosfera desde las alturas utilizadas por algunas aves en sus vuelos, hasta las profundidades marinas. Sin embargo, éstos son los extremos,
en general, la capa de la Tierra con vida es delgada, ya que las capas superiores de la atmósfera tienen poco oxígeno y la temperatura es muy baja, mientras que las profundidades de los océanos mayores a 1000 metros son oscuras y frías.
De hecho, se dice que la biosfera es como la cáscara de una manzana en relación con su tamaño, comparando a la Tierra con la manzana.

La biosfera es una de las cuatro capas que rodean la Tierra, junto con la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera, y es la suma de todos los ecosistemas que hay en ellas.

Las relaciones que se establecen en la biosfera influyen en la distribución de las regiones y recursos naturales y en la variedad de especies vegetales y animales, por lo que podemos entender a las regiones naturales como los espacios geográficos donde interactúan los diversos componentes físicos (el clima, el relieve, el suelo, los cuerpos de agua) y biológicos (la vegetación y la fauna).

De acuerdo con Sámano (2006:178), región natural, o bioma, es el término que se utiliza para designar un territorio donde predominan condiciones climáticas semejantes y está poblado por especies vegetales y animales que se relacionan entre sí.

Factores que intervienen en la conformación de regiones naturales

El que haya vida en la Tierra, desde el fondo de los océanos hasta las partes más altas del planeta, no es una casualidad, existen varios factores que intervienen para brindar las condiciones propicias que favorecen la vida, entre los que se encuentran los siguientes:

Cuadro 6.1. Factores que favorecen la vida en la Tierra.

Fuente: Pastor et al. (2008).Geografía de México y el mundo. México: Castillo. pp. 109-118

El describir los factores anteriores no tiene como objetivo que te los aprendas de memoria, sino que utilices tu pensamiento crítico y comprendas cómo funciona la naturaleza, cómo se sostiene a sí misma y por qué nuestra sociedad del siglo XXI
debe ser más responsable en el uso y cuidados de las regiones y recursos naturales mediante prácticas sostenibles.

Características de las regiones naturales

Las grandes regiones naturales se conforman con base en las interrelaciones medioambientales entre el clima, la vegetación
y la fauna, y reciben el nombre del tipo de vegetación que predomina.

A nivel mundial se identifican ocho y son:

Para saber más sobre estas regiones, busca en algún libro especializado en Climatología o en Ecología. Probablemente en la biblioteca que te da servicio encuentres algunos.

Muchos investigadores explican que dichas regiones se han visto afectadas por la presencia del hombre y las actividades que éste realiza, que con la explotación de los recursos naturales ha devastado, deteriorado y contaminado en mayor o menor
medida a estas regiones o territorios.

Localización de regiones naturales de México y del mundo

Las regiones naturales en nuestro país, producto de los diversos geosistemas, están clasificadas bajo cuatro caracterizaciones:

  • Desértica
  • Bosque tropical caducifolio
  • Selva perennifolia
  • Bosque templado
Regiones naturales de México.

Las regiones naturales en el mundo son las que se presentan a continuación:

Regiones naturales en el mundo.

Recursos naturales

¿Qué harías si tienes que elaborar un pan o un pastel? Irías por aquello que necesitas para cocinarlo, ¿no es así? Juntarías lo que pide la receta y si no tienes algún ingrediente lo conseguirías, y si no lo encuentras, lo sustituirías. Pues eso hizo y
hace el ser humano cuando quiere satisfacer cualquier necesidad. Busca el material con qué hacerlo, lo toma, y si lo requiere lo transforma para consumirlo. Ese material no es otra cosa que un elemento disponible al que recurre ante esa necesidad,
y a ello se le conoce como recurso, bien o medio de subsistencia.

La mayoría de los recursos son componentes del mundo natural que pueden ser aprovechados por el hombre y tienen un valor actual o potencial para él, le son necesarios para su desarrollo y bienestar social; a estos bienes materiales les denominamos recursos naturales.

Definición y clasificación de los recursos naturales

Los recursos naturales son todos los elementos que se encuentran en la naturaleza, tanto de carácter físico como biológico, y que el hombre extrae de ella para satisfacer sus necesidades básicas. Son la base de las actividades económicas.

Los recursos naturales se clasifican, según su disponibilidad en:

  • renovables
  • no renovables.

Cuadro 6.2. Recursos renovables y no renovables.

Utilidad de los recursos naturales

El hombre considera importantes muchos de los elementos de la naturaleza por lo que le proporcionan y porque son la base de sus actividades, por eso adquieren valor. Existen algunos cuyo valor excede el valor material. ¿Te imaginas cuáles?
¿Le darías valor al aire que respiras, a las nubes o al mar? ¿Los podrías vender? ¿Cómo?

Los recursos naturales han sido y siguen siendo indispensables en el desarrollo de la humanidad. De la importancia que tienen para el desenvolvimiento humano depende su valor de uso y de cambio. Como señalan Carabias et al. (2009:109-126),
los principales recursos que el ser humano obtiene de la naturaleza, ya sea directamente o a través de su transformación y manejo son: el agua, el aire, los recursos forestales, los recursos pesqueros, los recursos minerales y el petróleo.

Una vez analizados los datos más relevantes de los distintos tipos de recursos y la manera en que los aprovecha el ser humano, podemos comprender por qué son la base sobre la cual desarrolla sus actividades.

Su distribución irregular en la Tierra repercute en el acceso a los mismos. La posesión de un recurso, considerado indispensable para satisfacer las necesidades de distintas sociedades o grupos, ha provocado la sobre explotación y hasta enfrentamientos entre naciones y regiones; ha despertado la codicia y la actitud de posesión desmedida; no obstante, la mayoría de los seres humanos hemos gozado de los recursos naturales como el agua, el suelo, el subsuelo y el aire.

Desarrollo sustentable o sostenible

Como ya sabes, el planeta Tierra es un gran sistema donde la interacción del medio ambiente y las actividades que llevan a cabo las sociedades determinan el futuro de cada uno de los más de 7 300 millones de seres humanos que actualmente lo habitamos y de las regiones y los recursos naturales que en ella existen; y dado que todos los elementos del ambiente están interrelacionados entre sí, la importancia de la adecuada explotación de los recursos naturales es vital.

Elementos básicos del desarrollo sustentable

Seguramente has escuchado varias veces la frase “desarrollo sustentable”, ¿pero sabes qué significa vivir en forma sostenible o sustentable? Trae a tu mente el platillo que más te gusta, imagina que lo estas comiendo poco a poco con la esperanza de que no se termine, para compartirlo más tarde con quien tú quieras, o sencillamente para volverlo a disfrutar, pero, ¿qué harías si supieras que es la última vez que lo vas a comer porque algunos de los ingredientes con los que se prepara ya no se consiguen en tu comunidad? Investigarías si hay en otro lugar y tratarías de conseguirlo, ¿no es así? Pues bien, con los recursos naturales sucede lo mismo; si son renovables tendremos que moderar su uso, pero si no son renovables, una vez que se agotan, ya no volveremos a gozar de ellos, razón por la cual debemos cuidarlos, ¿pero cómo?

Esa es la función del llamado desarrollo sustentable, satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.

Tyller Miller (2007: G5) lo explica así: el desarrollo sostenible se refiere a no tomar más de los recursos renovables potenciales del mundo natural de los que se pueden reponer naturalmente y no sobrecargar la capacidad que tienen los ambientes de limpiarse y de renovarse por procesos naturales; por lo cual tiene una condición básica, que es cuidar que los recursos naturales no se agoten ni deterioren, lo que implica una sociedad comprometida, que se responsabilice de cambiar, con ayuda de la ciencia y de la tecnología, la forma de extracción, producción y consumo de los recursos naturales por parte de la sociedad.

En 1962, la bióloga norteamericana, especialista en Zoología y Genética, Rachel Louise Carson, observó los devastadores efectos que los pesticidas tenían, sobre todo el DDT, en la vida silvestre. Con su libro Primavera silenciosa, sin saberlo, fundó las bases del movimiento ecologista, porque puso en marcha la conciencia ambiental al hablar por primera vez del peligro
de emplear DDT y otros productos químicos como pesticidas. Lo más alarmante no era únicamente su toxicidad, sino también su capacidad para persistir en los organismos por la acumulación en los tejidos, lo que causaba enfermedades y hasta la muerte.

Años más tarde, a raíz de la Cumbre de Estocolmo de 1972 para analizar los efectos de las actividades industriales sobre la salud humana, se comenzó a despertar un interés por el cuidado de la naturaleza por parte de los estados, y nació el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), organismo encargado de los temas ambientales a nivel mundial.

Al mismo tiempo se establecieron una serie de principios que proponen la adopción de nuevos instrumentos de política ambiental que luego serían incorporados en las legislaciones ambientales de varios países del mundo, entre ellos México. A partir de entonces comenzaron a desarrollarse leyes y normas para la conservación, protección, preservación, mejoramiento y restauración del ambiente.

Fue hasta 1987 que se acuñó el término desarrollo sustentable o sostenible, en el informe Brundtland, Nuestro futuro común, en la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU, con la finalidad de establecer condiciones para el desarrollo de cualquier actividad humana y garantizar que futuras generaciones tengan mejores condiciones de vida.

¿Pero cómo se mide el desarrollo sustentable? Después de muchos debates, se logró acuñar el término “huella ecológica”,
y su interpretación, que ahora es ampliamente usada alrededor del mundo como indicador de sustentabilidad ambiental.

La huella ecológica es la cantidad de tierra productiva y de agua necesarias para abastecer a una población, además de
los recursos renovables que ésta usa y la capacidad de absorber o eliminar los desechos de este uso de recursos. Mide el
impacto promedio ambiental de las poblaciones en diferentes ciudades y áreas.

Julia Carabias et al. (2009: 185-186) plantean que la creciente preocupación por la destrucción de los recursos naturales ha llevado a sociedades y gobiernos a impulsar propuestas dentro de las alternativas sostenibles de conservación y uso de los
recursos naturales, entre las que destacan:

  • La protección y conservación de los ecosistemas naturales y su biodiversidad con el establecimiento de áreas naturales protegidas.
  • El uso sostenible y equitativo de los recursos naturales.
  • La aplicación de tecnologías amigables con el entorno.
  • La restauración ecológica de las áreas deterioradas.
  • La reducción de la producción de contaminantes: reducir, reutilizar y reciclar (las tres R) los productos que consumimos diariamente.

Daño ambiental

Las regiones naturales, en general, y los recursos naturales, en particular, son muy frágiles y por consiguiente muy susceptibles a dañarse ambientalmente si se alteran sus condiciones físicas, químicas o biológicas.

La palabra daño proviene de demere, que denota “menguar, disminuir”, por lo que daño ambiental son las acciones que demeritan, dañan, disminuyen al medio ambiente. Se refiere a las modificaciones de cualquier tipo que afectan a los ecosistemas, con las que se pierde biodiversidad y se pone en riesgo la salud de los seres vivos que habitan en ese entorno.

El daño al medio ambiente puede ir desde la afectación mínima al entorno por la introducción de servicios públicos, como el trazo de un camino de terracería o la instalación de postes para llevar luz eléctrica a comunidades alejadas, hasta el daño
a la estructura y funcionamiento de los ecosistemas, pasando por el daño causado a las personas por los efectos de materiales nocivos en su entorno.

Por lo general, todas las actividades que desarrollamos los miembros de las sociedades humanas, entre ellos tú y yo, causan un deterioro ambiental que puede ser leve, moderado o severo. Como por ejemplo:

Cuadro 6.4. Actividades humanas que causan deterioro ambiental.

Ante estas actividades, muchas de ellas indispensables en nuestra vida diaria, es necesario tomar medidas para evitar o reducir al mínimo posible el daño ambiental, como las que siguen:

Contaminación ambiental

Es preciso conocer al principal enemigo del daño ambiental: la contaminación, la cual, según el Diccionario de la Real Academia Española, proviene del latín contamnatio, acción y efecto de contaminar.

¿Qué hacer ante situaciones que impliquen daño ambiental? ¿Permitir la exploración y buscar recursos naturales que traigan altos beneficios económicos o evitar el daño a los ecosistemas?

La contaminación del medio se refiere al alterar nocivamente la pureza o las condiciones naturales de los ecosistemas, por la concentración de sustancias químicas y residuos que dañan la vida de los organismos. Estos contaminantes pueden ser de origen natural o artificial, como se muestra en el siguiente esquema.

Fuente: Secretaría de Educación Pública. (2015). Geografía. Ciudad de México.