Artes

Color, temperatura y balance del color

Contenidos temáticos

  1. Colores en el ordenador
  2. Temperatura del color
  3. Variaciones de color en la luz solar
  4. Balance de los blancos
  5. Balance de blanco con un cartón gris neutro
  6. Color adecuado vs. color verdadero

Desarrollo del tema

1. Colores en el ordenador

Estos colores son el rojo, el azul y el verde, y el sistema sí definido se conoce como sistema RGB (Red, Green, Blue). Cada píxel tiene reservada una posición en la memoria del ordenador para almacenar la información sobre el color que debe presentar. Los bits de profundidad de color marcan cuántos bits de información disponemos para almacenar el número del color asociado según la paleta usada.

Con esta información, la tarjeta gráfica del ordenador genera unas señales de voltaje adecuadas para representar el correspondiente color en el monitor.

A más bits por píxel, mayor número de variaciones de un color primariopodemos tener. Para 256 colores se precisan 8 bits (sistema básico), para obtener miles de colores necesitamos 16 bits (color de alta densidad) y para obtener millones de colores hacen falta 24 bits (color verdadero).

Existe también otra profundidad de color, 32 bits, pero con ella no se consiguen más colores, sino que los que usemos se muestren más rápido, ya que para el procesador es más fácil trabajar con registros que sean potencia de 2 (recordemos que trabaja con números binarios).

Cuanto mayor es el número de colores, mayor será la cantidad de memoria necesaria para almacenarlos y mayores los recursos necesarios para procesarlos. Por este motivo, los ordenadores antiguos disponen de paletas de pocos colores, normalmente 256, al no tener capacidad para manejar más sin una pérdida notable de prestaciones.

Para representar un color en el sistema RGB se utilizan dos formas de codificación diferentes, la decimal y la hexadecimal, correspondiéndose los diferentes valores con el porcentaje de cada color básico que tiene un color determinado.

De los 256 colores básicos, el propio sistema operativo de queda con 40 para su gestión interna, con lo que disponemos de 216 colores. De ellos, 18 se corresponden con las gamas de los colores primarios, correspondientes a 6 tonos de rojo, 6 de azul y 6 de verde:

Si usamos una profundidad de color de 24 bits, correspondiente a millones de colores, disponemos de una amplia gama para trabajar, pero siempre teniendo en cuenta que sólo serán compatibles los colores que tengan su equivalente en el sistema de 256 colores, es decir, aquellos en los que cada color primario viene definido por una pareja de valores iguales, debiendo estos ser 00,33,66,99,CC o FF.

Cuando usamos una profundidad de color de 16 bits disponemos de miles de colores, pero el problema es que debido a la división de esta gama de colores, los valores obtenidos no se corresponden con los equivalentes en 256 colores ni en millones de colores. Por ejemplo, #663399 es el mismo color a 256 y a millones, pero no es igual que el obtenido con miles de colores.

2. Temperatura del color

En una fuente de luz la temperatura del color se define comparando su color dentro del espectro luminoso con el de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a una temperatura determinada. Por este motivo esta temperatura de color se expresa en kelvin, a pesar de no reflejar expresamente una medida de temperatura, por ser la misma solo una medida relativa.

La representación aproximada de la temperatura según ciertos colores, es así que no es perceptible a simple vista, sino mediante la comparación directa entre dos luces como podría ser la observación de una hoja de papel normal bajo una luz de tungsteno (lámpara incandescente) y a otra bajo la de un tubo fluorescente (luz de día) simultáneamente.

Algunos ejemplos aproximados de temperatura de color:

  • 1700 K: Luz de una cerilla
  • 1850 K: Luz de vela
  • 2800 K: Luz incandescente o de tungsteno (iluminación doméstica convencional)
  • 3200 K: tungsteno (iluminación profesional)
  • 4000–4500 K: Lámpara de mercurio
  • 5500 K: Luz de día, flash electrónico (aproximado)
  • 5780 K: Temperatura de color de la luz del sol pura
  • 6420 K: Lámpara de Xenón
  • 9300 K: Pantalla de televisión convencional (CRT)
  • 28000–30000 K: Relámpago

3. Variaciones de color en la luz solar

El color de la luz solar puede variar mucho, de acuerdo a la hora, la bruma o el smog en el aire y la latitud y longitud geográfica del lugar. Fíjese en las diferentes longitudes de la línea roja. La línea más larga representa el ángulo del sol al amanecer y atardecer.

La mayor travesía resulta en que se absorbe más luz azul que roja (las longitudes más cortas de onda se absorben más fácilmente). En consecuencia, la temperatura de color del sol vira hacia el rojo, lo que determina el tono rojizo del atardecer y el amanecer.

A mediodía la luz del sol debe recorrer una menor distancia (el sol cenital está en la ilustración) y la temperatura de la luz directa del sol cercana a 5.500°K. Y si las nubes lo tapan y lo descubren, la temperatura de color (y la cualidad de la luz) variarán dramáticamente. La temperatura de color varía también como consecuencia de la bruma o de un cielo nublado.

Fuentes de luz artificial

3.200°K es el color de la luz halógena, aunque no toda luz incandescente tiene 3.200°K. Y una bombilla de 100 vatios, por ejemplo, tiene unos 2.850°K. La luz de una vela es aún más rojiza, con 1.900°K.

La mayoría de estas fuentes de luz pueden ser ajustadas por el circuito de balance de blanco de las cámaras fotográficas.

Fuentes de espectro discontínuo

Las lámparas fluorescentes pertenecen al grupo de fuentes llamadas lámparas de descarga, tubos de vidrio rellenos con metal vaporizado y electrodos a ambos extremos.

A diferencia de las luces de tungsteno, las lámparas fluorescentes convencionales producen un espectro discontinuo. En lugar de una mezcla de colores del infrarrojo al ultravioleta, las luces fluorescentes presentan picos de color, especialmente en las zonas azules y verdes.

Tubo fluorescente “luz de día”

Al utilizar un tubo fluorescente común, el tubo fluorescente luz de día, por ejemplo, el promedio de color es 6.300° K. Ello implica que las áreas azules se exageran dando un tono grisáceo y triste.

Aún y cuando algunas cámaras fotográficas poseen filtros para fluorescentes incluidos en su disco interno de filtros, estos no pueden eliminar consistentemente el problema.

El fluorescente cálido blanco

El tubo estándar de luz fluorescente para oficinas que causa la menor distorsión de colores es el “warm-white” de 3,200° K. Aunque este tipo de fluorescente tiende a dar una apariencia algo verdosa y pálida, los resultados son más o menos satisfactorios, siempre y cuando se haya hecho un correcto balance de blanco y la fidelidad de color de la toma no sea crucial.

Fluorescentes de color balanceado

Hasta ahora en este capítulo hemos hablado de fluorescentes estándar. Recientemente, al menos dos fabricantes han comenzado a producir tubos con componentes especiales que suavizan los picos espectrales que aparecen las lámparas comunes. Las luminarias de lámparas fluorescentes balanceadas, producen una luz suave, que no produce prácticamente sombra alguna en áreas muy amplias.

Otras lámparas de descarga

Existe otro tipo de lámparas de descarga que pueden causar problemas de rendición de color mucho más severos que las fluorescentes. Una de ellas, las luces de vapor de sodio de alta presión, que se utiliza generalmente para iluminar calles y avenidas, produce una luz amarillenta que varía el balance de color.

Operando bajo presiones internas aún mayores, están las luces de vapor de mercurio son utilizadas muchas veces para grandes áreas internas como gimnasios, pabellones deportivos, naves industriales, etc. Estas suelen producir un tinte verde azulado en las tomas fotográficas.

Lámpara de destello el flash

Podemos decir sin temor a equivocarnos que estas lámparas producen un destello cuya temperatura de color se aproxima a la del sol (5,500° K) siendo la luz ideal para el perfecto contraste y nivel de color.

Una de sus ventajas es la prácticamente nula emisión de calor, dado que su destello no dura más allá de una milésima de segundo.

4. Balance de los blancos

El balance de los blancos es un ajuste electrónico que consigue una reproducción de color correcta sin mostrar dominantes de color, que son especialmente notables en los tonos neutros (el blanco y los distintos tonos de gris), con independencia del tipo de luz que ilumina la escena.

Los colores capturados por las cámaras dependen, como es evidente, de la iluminación. La luz que atraviesa el objetivo y excita el sensor (CCD o CMOS) o la película no es siempre la misma. Puede ser natural o artificial, y dentro de éstas, las hay de diferentes tipos que dependen de una serie de características diferenciadoras. Una de ellas es precisamente la temperatura de color, que expresa la dominante de color de una fuente de luz determinada, que varía según la distribución espectral de la energía.

El principal problema que planteaba la temperatura de color en la cámara fotográfica analógica, era que no podía distinguir si la luz presente era blanca pura o no. Las películas se calibraban, en general, para la luz del día, cuya temperatura de color es idéntica a la luz del flash. Además también se utilizaban filtros fotográficos de color para contrarrestar los efectos de la temperatura de color.

En condiciones de luz natural, la energía lumínica está distribuida de forma aproximadamente igual en las tres componentes de color (RGB). Sin embargo, con iluminación artificial es muy probable que una de las componentes de color sea más importante que las otras.

El formato RAW y el balance de blancos

Entre muchas otras, una de las mayores ventajas de disparar en RAW es la posibilidad de reajustar la temperatura de color de la fotografía después de haberla realizado.

Todos los procesadores de RAW poseen la capacidad para alterar la temperatura de color. Asimismo permite ajustarla a los presets típicos de la cámara, de los que ya hemos hablado. En cualquier caso, una buena razón para disparar en RAW.

5. Balance de blanco con un cartón gris neutro

Como hemos expuesto previamente, el rojo, el azul y el verde deben estar presentes en ciertas proporciones para crear el blanco. Es relativamente fácil balancear a blanco (balance del color) una cámara profesional para producir un color exacto.

Con la cámara enfocada sobre una tarjeta gris neutra, se realiza una captura correctamente expuesta. A continuación con el puntero de selección de muestras de color (independientemente del programa que estemos utilizando) pinchamos sobre la imagen en diversos puntos hasta que encontremos un punto en el que los tres valores de rojo, verde y azul, contengan exactamente el mismo valor, y este a su vez se aproxime a los valores 214 y 222. Es importante que el valor sea idéntico para los tres canales, pues de lo contrario tendríamos una dominante de color no deseada. Más adelante veremos cómo utilizar esta variación de dominante para “engañar a la cámara”.

Un balance más preciso podemos realizarlo si tomamos como base una carta de color como la de la imagen siguiente, la cual nos permitirá ajustar casi independientemente la gama de color y los grises adecuados. Aunque el foco no es crítico, la tarjeta debe ocupar todo el encuadre con la fuente de luz dominante de la escena. Este proceso es lo que se conoce como balance de blanco de la cámara.

No hacer el balance de color de la cámara puede provocar cambios de colores (en tonos de piel en particular).

Usted puede también “engañar” a la cámara durante el balance de blanco para crear ciertos efectos. Un ambiente cálido en una escena puede ser creado haciendo el balance de blanco sobre una tarjeta azulada; Un velo azul puede lograrse haciendo el balance sobre un cartón amarillo.

En un esfuerzo para compensar los colores presentados como “blanco”, los circuitos de balance de blanco de la cámara llevarán al balance de color a adaptarse al color que está en la tarjeta.

Aunque en cierto grado el balance de blanco puede ser modificado electrónicamente en post-producción mediante programas de retoque de imágenes (Photoshop), siempre es preferible establecer desde el principio el balance de color en la cámara. Como el balance de color involucra la interrelación de tres de colores, no es siempre posible ajustar simplemente uno de los colores sin afectar los demás.

6. Color adecuado vs. color verdadero

Podemos asumir que el espectador quiere ver colores reproducidos de la manera más precisa y fiel posible. Algunos estudios han demostrado, sin embargo, que las preferencias de color se inclinan hacia la exageración.

Los espectadores prefieren ver tonos de piel más saludables de lo que ellos realmente son, así como también el pasto más verde, y el cielo más azul.

Desde el punto de vista del vectorscopio, esta preferencia no significa que los matices son imprecisos, sino que son “más fuertes” y más saturados.

Recurso didáctico de apoyo