Contenidos temáticos
- Anatomía del pie
- Tipos de pie y pisadas
- Procesos de esterilización, desinfección y enfermedades de los pies
- Herramientas y cosméticos de uñas
- Técnicas de masajes en los pies
- Consejos para dar un masaje en los pies
Desarrollo del tema
1. Anatomía del pie
Está constituido por 26 huesos y tiene un cierto parecido con la mano. El talón y el dorso del empeine están formados por siete huesos tarsianos cortos y gruesos; cinco huesos metatarsianos paralelos forman la parte frontal del empeine y se extienden hacia la parte delantera del pie para formar la eminencia metatarsiana.
Los dedos están constituidos por catorce falanges más pequeñas; el dedo gordo tiene dos y los demás tienen tres cada uno. Todos los huesos están conectados a través de bandas de tejido que reciben el nombre de ligamentos; el ligamento plantar se extiende desde el hueso del empeine hasta los metatarsianos y mantiene a todos los huesos en su sitio. Los movimientos del pie están controlados por los músculos de la pierna.

Los huesos tarsianos y metatarsianos forman los dos arcos del pie: el arco plantar va desde el empeine hasta la eminencia metatarsiana y, por lo general, sólo se pone en contacto con el suelo por sus extremos, y el arco metatarsiano que atraviesa la eminencia metatarsiana.
Con la capa gruesa de tejido graso que se encuentra bajo la planta del pie, los arcos flexibles amortiguan la presión y los golpes producidos al andar o saltar.
El pie puede sufrir numerosas deformidades y alteraciones funcionales, como en el caso de los pies planos, producidos por la debilidad de los músculos y de los ligamentos del arco.
2. Tipos de pie y pisadas
Tipos de pie
- Pie griego: se le denomina así porque se observa en las estatuas griegas de la época clásica: el segundo dedo es el más largo, después el dedo gordo, el tercero prácticamente mide lo mismo que el segundo, y el cuarto y el quinto son más pequeños.
- Pie cuadrado: es aquel en donde los dedos son casi todos iguales y están a la misma altura. El 25% de la población mundial lo posee.
- Pie cuadrado: es aquel en donde los dedos son casi todos iguales y están a la misma altura. El 25% de la población mundial lo posee.
- Pie egipcio: es aquel en donde el dedo gordo es el más largo y los otros le siguen por tamaño y orden decrecientes. Es considerado el tipo de pie más común. El 74% de la población mundial lo posee.
Tipos de pisada en el corredor
La pisada puede evaluarse de dos formas: estática y dinámica. La forma estática corresponde a la huella plantar en la posición anatómica y la dinámica al análisis del pie en movimiento.
- Pronador: la característica del pie pronador consiste en un derrumbamiento del pie hacia la zona interna. Los tobillos tienden a girar hacia dentro, es una amortiguación natural con la que se defiende el cuerpo.
- Neutro: significa que los tobillos no tienden a girar ni hacia el interior ni hacia el exterior del pie. El pie normal, es aquel cuyo apoyo comienza por la parte externa del tobillo ejerciendo a continuación una discreta pronación por parte del mediopié y despegando el antepié entre el primero y segundo metatarsiano.
- Supinador: entendemos por supinación el efecto contrario a la pronación, es decir cuando hay una ausencia o disminución del efecto pronatorio fisiológico, ofreciendo un apoyo por la parte externa del pie. Se trata de un pie muy estructurado y con poca movilidad con una bóveda plantar aumentada y el tobillo hacia fuera.
3. Procesos de esterilización, desinfección y enfermedades de los pies
Algunos de los procesos más comunes en la esterilización y desinfección del instrumental usado en la podología son los siguientes:
- Esterilización: es el proceso mediante el cual se alcanza la muerte de todas las formas de vida microbianas, incluyendo bacterias y sus formas esporuladas altamente resistentes, hongos y sus esporos, y virus. Se entiende por muerte, la pérdida irreversible de la capacidad reproductiva del microorganismo. Se trata de un término absoluto, donde un objeto está estéril o no lo está, sin rangos intermedios.
- Desinfección: en este proceso se eliminan los agentes patógenos reconocidos, pero no necesariamente todas las formas de vida microbianas. Es un término relativo, donde existen diversos niveles de desinfección, desde una esterilización química, a una mínima reducción del número de microorganismos contaminantes. Estos procedimientos se aplican únicamente a objetos inanimados.
- Antisepsia: es el proceso que por su baja toxicidad, se utiliza para la destrucción de microorganismos presentes sobre la superficie cutáneo-mucosa. Este término tampoco implica la destrucción de todas las formas de vida.
Existen agentes como los alcoholes que son antisépticos y desinfectantes a la vez.
Dado que el tema que se está abordando es: métodos para controlar o destruir distintas poblaciones bacterianas; es necesario saber previamente la cinéticade dicha destrucción, es decir de qué modo muere una población, y que parámetros inciden sobre este efecto.

Enfermedades de los pies
Cada uno de sus pies tiene 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, músculos y ligamentos. Es por eso que muchas cosas malas pueden sucederle. Estos son algunos problemas comunes:
- Juanetes: masa dura y dolorosa en la articulación del dedo gordo del pie
- Callos y durezas: piel engrosada por la fricción o la presión
- Verrugas plantares: verrugas en la planta del pie
- Caída del arco: también conocido como pie plano
El uso de zapatos inadecuados suele causar estos problemas. La edad y el sobrepeso también aumentan las posibilidades de tener problemas en los pies.
Muchas de las malformaciones de los pies en adultos mayores son causadas por el uso de zapatos indebidos durante la juventud, aunque también pueden estar asociadas a la presencia de enfermedades degenerativas como la artritis reumatoidea, la artrosis, la diabetes tipo II y ciertas enfermedades del sistema circulatorio.
Recomendaciones:
- Mantener los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos, y las uñas debidamente cortadas.
- Evitar los baños muy prolongados en los pies, sino únicamente lavarlos cada noche después de la rutina diaria.
- Usa jabones neutros en los pies y límpialos suavemente con una toalla limpia.
- Usa talco o soluciones antisépticas si sufres de malos olores en los pies.
- Usar zapatos cómodos.
Los problemas en los pies no deben ser tolerados durante largos periodos, pues a una edad avanzada puede influir en la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
4. Herramientas y cosméticos de uñas
Instrumentos
- Acetona
- Bolas de algodón
- Crema para cutículas
- Empujador de la cutícula o la pinza de la cutícula
- Baño de pies
- Loción
- Lima de uñas
- Esmalte de uñas
- Orangewood palos
- Cortauñas
- Toallas
- Pedicura Spa
- Piedra pómez (elimina la piel muerta de la planta del pie)
- Toallas de papel (laminados entre los dedos para separarlos)
Uñas cosméticos
- Capa base
- Cremas cutícula
- Aceite de cutícula
- Removedor de cutícula
- Seco de esmalte de uñas
- Esmalte de uñas Líquido
- Nail lejía
- Nail acondicionado
- Secador de uñas
- Quitaesmalte
- Esmalte de uñas más delgada
5. Técnicas de masajes en los pies
Circulación
Dado que nuestros pies tienen semejante tarea en nuestra vida diaria, la primera cosa que debes hacer es mantener el flujo sanguíneo en la zona. Esto quiere decir incrementar el flujo sanguíneo de los tejidos del pie.
Sostén el pie con una mano y con la otra comienza a acariciar la parte superior con la otra. Puedes usar una presión ligera sobre la parte superior del pie. Para evitar hacer cosquillas a tu compañero/a, procura ejercer una presión moderada en la parte inferior del pie. Se sugieren veinte caricias o golpecitos sobre la parte superior y diez sobre la inferior.
Rotación del pie
En consecuencia, las próximas dos técnicas apuntan a trabajar directamente sobre el tobillo y sobre su relación con el pie entero. Esta rotación no es un estiramiento, sino que se trata de un movimiento para relajar el pie y el tobillo en su conjunto.
Con la otra, mueve el pie en forma circular según su capacidad natural de movimiento. Es importante notar que hay hueso y cartílago en la articulación del tobillo, de modo que únicamente muévelo tanto como éste te permita. Detente al sentir cualquier sonido extraño. Rota el pie entre 3 – 5 veces en cada dirección.
Golpeando pies y tobillos
Comienza con las puntas de tus dedos justo en ese lugar donde los dedos se encuentran con el resto del pie.
Utiliza ambas manos para ejercer presión entre los huesos del pie. Haz que tus dedos se dirijan lentamente hacia el tobillo. Cuando tus dedos lleguen a la altura del tobillo, extiéndelos alrededor del mismo y masajea la parte frontal de esta articulación con tus pulgares.
Generalmente, buscamos frotar y ejercer presión sobre el tejido muscular cuando damos un masaje. En este caso, nos encontramos en un área dura, con hueso, tendones y ligamentos.
Intenta hacer tu mejor esfuerzo por aprovechar el poco tejido muscular que encuentres efectuando un masaje generoso y reconfortante.
Flexiones y rotaciones de los huesos del pie
Este masaje se siente realmente bien cuando la planta del pie te duele de tanto estar de pie o de caminar. Presiona la palma proximal de cada mano sobre los bordes exteriores de cada pie. Te estarás atenazando la planta del pie.
De esta manera, serás capaz de masajear el músculo entre los huesos con los pulgares.
Tirones de dedos
Este masaje puede sentirse muy bien, pero ten cuidado. No intentes empujar los dedos de los pies demasiado fuerte.
Estirar ligeramente los dedos puede rejuvenecerlos y devolverles algo de movilidad. Intenta este masaje en conjunto con un baño de pies, dado que calentar los dedos puede hacer que disfrutes mucho más la experiencia de estirarlos.
Recuerda, el estiramiento debe ser sutil, y no debes llevarlo al punto de hacerlos sonar. Un simple tironcito estará bien, y tampoco te hagas problema si te pasas un poco con la fuerza y los escuchas sonar —sólo procura no forzarlos—.
Trabajando sobre la planta
La parte más muscular de tu pie es la planta, que posee almohadillas para proteger los huesos. Éste es uno de los masajes más sencillos para hacerse uno mismo.
Con la pierna flexionada y el pie sobre la rodilla de la otra pierna, y ubicando una toalla sobre ésta para evitar que la crema manche la ropa. Si vas a masajear a otra persona, ubica sus pies sobre tus rodillas o colócalos sobre una silla con algunas almohadas encima.
Mantén una presión firme y sostenida a lo largo de todo el movimiento circular. Unas una mayor firmeza en los talones, ya que allí la piel suele ser mucho más gruesa.
Una vez que has recorrido todo el pie, realiza algunos masajes extras en aquellas zonas en las que sueles experimentar dolores crónicos —el talón, el arco, o tal vez alrededor de los tobillos—.
Esta parte del pie puede ser muy sensible y cualquier acción agresiva puede dolor. Recuerda que lo que intentamos es hacer un masaje relajante.
Báñalos y embellécelos
En la tienda de alimentos saludables de vecindario serás capaz de encontrar sales y aceites de baño especialmente concebidos para los pies. El calor del agua puede relajar los músculos y las sales pueden aliviar la piel —al mismo tiempo que el aroma te servirá para distender la menta—. Puedes hacerlo junto con el baño, ya que la piel estará más suave y manejable.
Usa una piedra pómez grande para remover la piel endurecida y la suciedad que queda atrapada en la piel.
Al reducir los callos puedes mejorar sensiblemente tu manera de andar y prevenir el agrietamiento de la piel, lo que es particularmente importante durante el verano, cuando solemos andar descalzos o en sandalias con frecuencia.
6. Consejos para dar un masaje en los pies
Dormir o después de trabajar, es remojar tus pies o los de la persona a quien le darás el masaje en agua tibia durante 10 minutos. Pasados estos minutos, es importante secarse bien los pies y sentarte en una silla.
En el caso de que el masaje sea para otra persona, ésta tiene que tumbarse en una camilla o en una cama y tenemos que ponerle una toalla debajo los pies.
Aplicar un poco de crema o aceite en las manos y frotarlas entre ellas antes de aplicar el producto en los pies.
Enseguida se comienza a masajear un pie. Tienes que acariciar la parte superior del pie. La dirección de las caricias tienen que ser desde los dedos hacia el tobillo y después tienes que bajar a acariciar la planta del pie. Las caricias tienen que ir de más a menos presión.
Posteriormente se tienen que realizar movimientos circulares con los pulgares de tus manos en la planta del pie. Desde la parte superior o empeine hacia abajo y regulando la presión del movimiento.
Se debe de sostener el pie con una mano y con la otra tienes que hacer girar el pie en ambos sentidos. Se recomienda repetir este movimiento 4 veces en cada dirección.
Es importante mencionar que cuando se sostiene un pie con una mano y con la otra amasarlo con el puño y regulando la presión que aplicas.
Cómo siguiente paso se tiene que amasar el pie con la yema de los dedos. Tienes que empezar des del dedo gordo del pie e ir hacia el dedo meñique. La dirección del movimiento es la misma para cada uno de los dedos.
Cuando se haya terminado de amasar cada uno de los dedos, tienes que acariciar de nuevo el empeine y la planta del pie. Cada vez aplicando menos presión.
Para finalizar el masaje en el pie, tienes que limpiar con una toalla la crema o el aceite que has utilizado para dar el masaje y que sobra. El mismo proceso se hace en ambos pies.
Recurso didáctico de apoyo
Categorías:Peluquería y belleza, Servicios, Servicios personales