Introducción
La reproducción vegetal es el proceso por el cual las plantas engendran o producen nuevos organismos a partir de células más o menos diferenciadas para asegurar la conservación de la especie. En las plantas, la reproducción puede ser sexual o asexual o vegetativa. En el primer caso existe un apareamiento de células, o de individuos unicelulares, hasta fundir su protoplasma y finalmente sus núcleos. En la reproducción asexual no existe tal fusión sino que se produce una multiplicación de los individuos por otros mecanismos; en unos casos a partir de células meramente vegetativas por fragmentación y división, y en otros por células o cuerpos germinales especiales.

Desarrollo del tema
1. Reproducción vegetal
Para que el ciclo de la vida se desarrolle sin problemas, se necesita un sistema de reproducción que asegure la existencia de todos los seres vivos en el planeta, por muchos años. Estas se pueden resumir en dos categorías:
- La de las plantas con flores y semillas.
- La de las plantas sin flores y con esporas.
El crecimiento y la diferenciación de los tejidos y órganos vegetales están controlados por varios factores internos y externos.
Las hormonas vegetales, compuestos químicos especializados producidos por las plantas, son los principales factores internos que controlan el crecimiento y el desarrollo. Las hormonas se producen en cantidades muy pequeñas en unas partes de las plantas y son transportadas a otras, donde ejercen su acción, una misma hormona puede desplegar efectos distintos en diferentes tejidos de destino.
Así, la auxina, una de las más importantes hormonas vegetales, se sintetiza en las yemas apicales de los tallos y pasa desde allí a otras partes de la planta, donde puede tanto estimular el crecimiento como inhibirlo.
En los tallos, por ejemplo, la auxina favorece el alargamiento de las células y la diferenciación del tejido vascular, mientras que en las raíces inhibe el crecimiento en la parte central y favorece la formación de raíces adventicias. También retrasa la abscisión o caída de flores, frutos y hojas.
Las giberelinas son otras importantes hormonas controladoras del crecimiento vegetal; se conocen más de cincuenta tipos. Determinan el alargamiento de los tallos e inducen la germinación de la semilla de algunas gramíneas al desencadenar la producción de las enzimas que descomponen el almidón en azúcares para alimentar al embrión. Las citoquininas fomentan el crecimiento de las yemas laterales y se oponen así a la auxina; también favorecen la formación de yemas. Además, las plantas producen, por descomposición parcial de ciertos hidrocarburos, el gas etileno, que a su vez regula la maduración y abscisión de los frutos.
Las plantas necesitan de algunas sustancias básicas para poder elaborar su propio alimento, tales como:
- Agua y sales minerales, que obtienen del suelo.
- Gas carbónico (CO2, que obtienen del aire.
- Energía solar o lumínica, que obtienen del Sol.
- Pigmento verde llamado clorofila, ubicado en la hoja o tronco del vegetal.
Con todos estos elementos a su disposición, los vegetales elaboran el alimento, éste se almacena en el tallo o en la raíz de la planta, en forma de glucosa. Lo interesante de este proceso para el resto de los seres vivos, es que los vegetales entregan oxígeno al ambiente, como producto de desecho.
Es entonces cuando los vegetales adquieren la mayor importancia, ya que el oxígeno que entregan es un gas indispensable para la vida del hombre y los animales en la tierra. En un mundo sin plantas no habría oxígeno y, por lo tanto, la vida en el planeta no existiría.
La flor
En el caso de las plantas con flores y semillas, éstas se forman a partir de la flor, que por eso tiene gran importancia en la sobrevivencia de las especies vegetales. En ella, encontramos los órganos reproductivos o sexuales, que le permitirán la formación de la semilla. La flor esta formada por:
- Pétalos: hojas de variados colores y formas, muy llamativas para los animales y el hombre.
- Sépalos: hojas de color verde. Se ubican debajo de los pétalos, protegiéndolos.
- Estambres: ubicados en el interior de la flor, son unos filamentos delgados. En su extremo superior se encuentran unos saquitos llamados anteras, que contienen el polen en su interior.
- Pistilo: generalmente es uno solo, está en el centro de la flor, y es el filamento más grueso. En su base tiene un ensanchamiento llamado ovario, encargado de dar origen a la semilla.

Los estambres y el pistilo participan en conjunto en la formación y creación futura del fruto y semilla de la planta.
La semilla
La semilla tiene tres partes principales:
- El embrión, formado por células que darán lugar a las estructuras de la planta adulta (raíz, yemas, tallos, hojas).
- Los cotiledones, uno en las monocotiledóneas y dos en las dicotiledóneas, son órganos de absorción que toman nutrientes de las reservas de la semilla. En las monocotiledóneas, este tejido se llama endospermo. En las dicotiledóneas, los cotiledones actúan como tejido de almacenamiento.
- La testa es una capa externa que protege las anteriores estructuras y evita la pérdida de agua. En el embrión de las gimnospermas con frecuencia existen varios cotiledones.
Algunas plantas no necesitan formar la semilla para germinar, utilizan parte de su estructura o cuerpo para ello, como las hojas, trozos de tallo, raíces o bulbos. Muchas veces, el hombre no espera que aparezca la semilla para realizar la siembra. Aprovecha trozos de la misma planta que desea cosechar. Por ejemplo: trozos de la caña de azúcar, de papas, de cebollas, etcétera.
El hombre ha hecho injertos con el fin de mejorar la calidad del fruto. Es por eso que existen frutos en cuyo interior no encontramos semillas. Un caso muy conocido es la uva sin pepas, llamada dedo de dama. Hay muchas semillas que cuentan con estructuras especiales para ser transportadas por el viento. Por ejemplo: el diente de león, que tiene una especie de pelitos, que usa también como paracaídas.
El fruto
El fruto es el conjunto formado por el ovario maduro y todas las demás piezas de la flor inseparables de él. En sentido botánico, se llama fruto sólo al ovario maduro. En términos coloquiales, la palabra suele usarse sólo para describir los frutos suculentos y comestibles de las plantas leñosas, los de matas y arbustos, como el tomate o el melón, y algunos otros más pequeños, como la fresa o el arándano.
En condiciones naturales, el fruto suele formarse una vez que ha tenido lugar la fecundación del óvulo, pero en muchas plantas, casi siempre variedades cultivadas, como los cítricos sin pepitas, la uva, el banano y el pepino, el fruto madura sin necesidad de fecundación; este fenómeno se llama partenocarpia.
En cualquier caso, la maduración del ovario provoca el marchitamiento de los estigmas y las anteras y el agrandamiento del propio ovario (o de los ovarios, si la flor tiene más de uno). Los óvulos del interior de los ovarios fecundados se desarrollan y forman las semillas.
En las variedades partenocárpicas éstas no se desarrollan, y los óvulos mantienen el tamaño original. La principal función del fruto es proteger las semillas durante su desarrollo; en muchas plantas también favorecen su dispersión. Podemos ordenar los frutos en dos grupos:
Frutos carnosos
Son aquellos frutos que contienen en su interior una sustancia blanda y comestible llamada pulpa. Por ejemplo: melón, sandía y ciruela.


Frutos secos
Frutos que no contienen pulpa. Por ejemplo: porotos, lentejas y habas.
El fruto esta formado por:
- Cáscara: parte externa del fruto, que puede ser o no ser consumida por los animales.
- Pulpa: parte carnosa del fruto, que es consumida casi siempre en su totalidad.
- Semilla: esta puede estar protegida por el cuesco o por una delgada membrana.
2. Las plantas sin flores
Algunas plantas no producen flores ni semillas. Las plantas como los helechos y los musgos se denominan plantas sin flores y producen esporas en lugar de semillas. También hay otro grupo llamado los Hongos, que incluye hongos, y estos también se reproducen por esporas. A menudo pensamos en estos individuos como «plantas no fotosintéticas» cuando en realidad pertenecen a su propio grupo o reino.
Las esporas son motas microscópicas de material vivo. Los helechos producen sus esporas en el envés de las hojas (frondas). Puede que los hayas visto. Son las «manchas» marrones o «almohadillas» en la parte inferior de las hojas. Si tiene acceso a un microscopio, utilícelo para observar las esporas. Los encontrará en una variedad de formas y únicos para cada tipo de helecho.
Las plantas a partir de partes es una forma de propagación asexual o vegetativa. Este proceso a veces se llama clonación porque cada planta nueva es exactamente igual a la madre. Un tipo de clonación utiliza esquejes, partes de plantas que se convierten en plantas nuevas. Tanto los tallos como las hojas se pueden utilizar como esquejes. Otro tipo de clonación es el injerto, la unión de dos plantas en una sola. Otros tipos de clonación utilizan bulbos o tubérculos, partes subterráneas que forman nuevas plantas.
Tipos de plantas sin flores
Hay varios tipos de categorías que se incluyen en los tipos y se explican a continuación:
1. Plantas sin flores que producen esporas
Estos tipos de plantas sin flores se reproducen liberando un gran número de diminutas esporas.
No producen semillas y utilizan esporas. Además, las esporas son organismos diminutos que contienen células individuales. Además, las esporas son demasiado pequeñas y livianas para que puedan ser dispersadas por el viento a una variedad de lugares, y más allá de donde llegan, crecen allí por sí mismas.
Musgo
Estos son suaves y esponjosos. Este tipo de planta sin flores solo puede crecer unas pocas pulgadas de alto. Y prefieren Crecer en Grupos o podemos decir que crecen en Cojines. Los musgos no tienen flores ni semillas, pero utilizan las esporas para reproducirse. Aparte de esto, las plantas de musgos se adhieren a las rocas en el suelo con crecimientos cortos conocidos como rizoides.


Helechos
Otro tipo de planta sin flores se conoce como helechos. También producen esporas y se ven como manchas de color marrón y también son como el polvo en la naturaleza. Los helechos se encuentran debajo de las hojas. Cuando maduran, las esporas explotan y se liberan sustancias que luego entran en contacto con el suelo y se inicia la reproducción.
2. Semillas que producen plantas sin flores
Las semillas son liberadas por los conos y son de naturaleza alada. Flotan en el viento. Flotan hasta que llegan al suelo, donde germinan y crecen más. Se llaman gimnospermas.
Gimnospermas
Las gimnospermas también se denominan semillas desnudas porque sus semillas están abiertas al aire sin ninguna cubierta y están un poco desnudas, lo que hace que el nombre sea así. No tienen flores ni frutos. Uno de los principales Grupos de esta categoría es el de Coníferas.
Coníferas
Coníferas significa conos portadores. Usan conos para almacenar semillas. Estas son plantas leñosas e incluyen árboles como pinos, abetos, cedros y secoyas.


Conos
Este tipo se reproduce mediante conos y también se conoce como coníferas. Pueden ser conos masculinos o conos femeninos. Los que son conos masculinos liberan polen y si el polen cae en un cono femenino, produce semillas. El polen se lo lleva el viento.
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