Contenidos temáticos
- Nutrición humana
- Nutrientes
- Sustancias que proveen energía
- Tipos de nutrientes
- Malnutrición proteinoenergética
- Alimentación y enfermedad
Desarrollo del tema
1. Nutrición humana
Se da el término de nutrición al conjunto de procesos mediante los cuales el cuerpo humano transforma y utiliza los nutrientes para obtener energía, así como para mantener y reparar los tejidos.
El organismo necesita adquirir un aporte externo de materia, imprescindible para conseguir las sustancias que regulan los procesos metabólicos, la energía necesaria para realizar las numerosas reacciones químicas que constituyen el metabolismo, y la materia necesaria para construir y reparar los tejidos.
Nutrición es un proceso involuntario que comprende la absorción y las transformaciones que experimentan los nutrientes para convertirse en sustancias químicas sencillas.
Sin embargo, la alimentación es el proceso voluntario y consciente mediante el cual el ser humano lleva a cabo la ingestión de alimentos ricos en materia orgánica e inorgánica.

2. Nutrientes
Un nutriente es una sustancia implícita en los alimentos que no puede ser creada en el organismo y tiene como objeto aportar energía, aminoácidos o elementos reguladores del metabolismo.
El organismo humano requiere de una importante aportación de macronutrientes y, por lo general, requiere descomponerlos en moléculas más pequeñas para que puedan ser absorbidas y utilizadas.
Las vitaminas y los minerales, comprenden el grupo de los micronutrientes que se encuentran en menor proporción en los alimentos y que, a pesar de ser imprescindibles, las cantidades que nuestro organismo requiere son muy pequeñas.
Este es el nutriente que nuestro organismo requiere en mayor cantidad (unos dos litros diarios), ya que el agua es la sustancia más abundante del cuerpo humano (65%) y el medio en el que se realizan casi todas las reacciones químicas que tienen lugar en el organismo.
Dentro de los nutrientes esenciales se encuentran algunos aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas y minerales.
3. Sustancias que proveen energía
Los carbohidratos son azúcares integrados por monosacáridos. Los carbohidratos son clasificados por el número de unidades de azúcar: monosacáridos, disacáridos y polisacáridos. Los carbohidratos brindan energía por más tiempo que las grasas.
Las proteínas son compuestos orgánicos que consiste en aminoácidos unidos por enlaces peptídicos. El organismo no puede fabricar alguno de los aminoácidos. Así mismo son las encargadas de crear enzimas, queratina, energía, anticuerpos, aumentan el sistema inmune y ayudan al crecimiento y desarrollo celular.
Las grasas consisten en una molécula de glicerina con tres ácidos grasos unidos. Los ácidos grasos son una larga cadena hidrocarbonada lineal no ramificada, conectadas sólo por enlaces sencillos (ácidos grasos saturados) o por enlaces dobles y sencillos.
Las grasas son importantes ya que ayudan a mantener el funcionamiento apropiado de las membranas celulares, para aislar las vísceras contra el shock, para mantener estable la temperatura corporal y para mantener saludable el cabello y la piel. El organismo no fabrica ciertos ácidos grasos y la dieta debe suplirlos.
El contenido energético de las grasas es de 9 kcal/g (37,7 kJ/g); proteínas y carbohidratos tienen 4 kcal/g (16,7 kJ/g). El etanol tienen contenido de energía de 7 kcal/g (29,3 kJ/g).
4. Tipos de nutrientes
Los alimentos se diferencian por el tipo y cantidad de nutrientes que contienen, y se pueden clasificar en siete grupos:
- Grupo 1: leche y derivados.
- Grupo 2: carne, huevos y pescado.
- Grupo 3: patatas, legumbres y frutos secos.
- Grupo 4: verduras y hortalizas.
- Grupo 5: frutas.
- Grupo 6: panes y cereales.
- Grupo 7: grasas, aceite y mantequilla.
Los alimentos del grupo 1, formado por la leche y sus derivados, contienen principalmente proteínas grasas e hidratos de carbono. Este grupo proporciona vitaminas liposolubles.
El grupo 2 está formado por las carnes, los pescados y los huevos. Las carnes contienen un 20% de proteínas, son ricas en hierro y fósforo y aportan vitaminas, principalmente del grupo B. Su contenido en grasas varía del 4% al 25%, principalmente ácidos grasos saturados.
Las vísceras, en especial el hígado, son una fuente importante de vitaminas A, D y vitaminas del grupo B, así como de hierro y cinc. Los pescados tienen un contenido proteico del 18% al 20% y son ricos en minerales como el fósforo, el calcio y el yodo, así como de vitaminas del grupo B, como B1 y B2. Los huevos tienen un alto contenido en proteínas
El grupo 3 está formado por los tubérculos, las legumbres y los frutos secos. Además, contienen minerales, vitaminas del grupo B y muchos hidratos de carbono. Son ricos en almidón y relativamente bajos en proteínas, pero aportan gran variedad de vitaminas y minerales. Los frutos secos son ricos en proteínas y grasas, principalmente ácidos grasos poliinsaturados.
El grupo 4 está formado por las verduras y las hortalizas. Estas tienen un elevado contenido en agua y fibra, y son una fuente muy importante de vitaminas y minerales que se distribuyen entre los diferentes tipos de verduras y hortalizas. Muchas de las vitaminas hidrosolubles se encuentran en los alimentos de este grupo, pero se destruyen con facilidad con el exceso de cocción.
El grupo 5 está formado por las frutas. Al igual que el grupo 4, estos alimentos tienen un elevado contenido en agua.
El grupo 6 está compuesto por los panes y cereales, que incluyen el trigo, el arroz, el maíz y el mijo. Son ricos en hidratos de carbono y constituyen una fuente fácil y rápida de suministro de calorías. Su contenido en proteínas y grasas es bajo. Contienen vitaminas del grupo B, E y A y son ricos en minerales como el hierro, el potasio y el fósforo.
El grupo 7 está formado por las grasas y aceites e incluye las grasas animales de la carne y pescado, la mantequilla, la margarina y los aceites vegetales como el aceite de oliva, el de girasol, de maíz, de soja y de palma.
5. Malnutrición proteinoenergética
La malnutrición proteinoenergética (MPE) en los niños pequeños es en la actualidad el problema nutricional más importante en casi todos los países en Asia, América Latina, el Cercano Oriente y África. La carencia de energía es la causa principal.
No hay cifras mundiales exactas sobre la prevalencia de MPE, pero los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que la frecuencia de MPE en niños menores de cinco años en los países en desarrollo ha disminuido progresivamente de 42,6 por ciento en 1975, a 34,6 por ciento en 1995.
Así mismo, en algunas regiones esta disminución relativa no ha sido tan rápida como el aumento de la población; por lo tanto en algunas regiones, como África y el sudeste de Asia, el número total de niños desnutridos ha aumentado. En realidad, el número de niños con peso bajo en el mundo entero aumentó de 195 millones en 1975 a casi 200 millones a finales de 1994, lo que significa que más de una tercera parte de la población mundial menor de cinco años de edad está desnutrida.
Un niño que tenga carencias en su crecimiento puede ser de menor estatura, o puede estar por debajo del peso de un niño de su edad, o puede ser más delgado de lo que corresponde a su altura.
6. Alimentación y enfermedad
Aunque a lo largo de la historia se han establecido relaciones entre la alimentación y la salud, no fue hasta el siglo XIX y durante el siglo XX cuando se demostró la influencia de la dieta en la salud y su relación causa-efecto en enfermedades debidas a la ingesta inadecuada de nutrientes esenciales, vitaminas o minerales.
Por ejemplo, la dieta con un aporte calórico y de nutrientes insuficientes es responsable de la malnutrición; la ingesta de calcio y fósforo y el aporte de vitamina D se ha relacionado con la osteoporosis; el déficit de vitamina C es la causa del escorbuto, una enfermedad carencial; las dietas ricas en grasas saturadas, grasas totales y colesterol son factores de riesgo de lasenfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte; las dietas ricas en frutas y verduras podrían tener un efecto protector en enfermedades intestinales y en algunos tipos de cáncer.
La obesidad relacionada con una ingesta calórica excesiva eleva el riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2, así como hipertensión arterial, cardiopatía isquémica (infarto de miocardio), enfermedad cerebrovascular, gota o artrosis; el aporte de ácido fólico durante el embarazo se ha relacionado con una disminución de la incidencia de defectos del tubo neural y el consumo frecuente de azúcares predispone a la caries dental.
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