Medicina

Guía de primeros auxilios

Introducción

En cualquier momento, usted o alguien a su alrededor podría experimentar una lesión o enfermedad. Con los primeros auxilios básicos, puede evitar que un pequeño accidente empeore. En el caso de una emergencia médica grave, incluso puede salvar una vida. Por eso es tan importante aprender habilidades básicas de primeros auxilios.

Contenidos temáticos

  1. Signos vitales
  2. Pulso
  3. Frecuencia respiratoria
  4. Temperatura y reflejos
  5. Respiración artificial
  6. Paro cardiorrespiratorio en adultos
  7. Paro cardiorrespiratorio en niños
  8. Fracturas
  9. Torcedura, dislocación y esguince
  10. Traumatismos craneales
  11. Hemorragias

Desarrollo del tema

1. Signos vitales

Para determinar la gravedad de una lesión, compruebe si hay pulso, respiración, reflejos y si Ia temperatura del cuerpo es la adecuada

Lo que puede poner en riesgo la vida de una persona es:

  • Paro cardíaco y/o respiratorio.
  • Hemorragia.
  • Estado de choque o pérdida del conocimiento.
Signos vitales guía de primeros auxilios

Por lo que primero se tienen que verificar los signos vitales, que son aquellos que nos permiten ver y sentir que una persona está viva y que son:

  • La frecuencia respiratoria.
  • La frecuencia cardíaca.
  • La temperatura del cuerpo.
  • El pulso y los reflejos.

2. Pulso

El pulso es el número de veces que el corazón bombea la sangre al cuerpo en cada minuto. La frecuencia del pulso varía según la edad de la persona y la actividad que realiza.

Así, en niño menor de 3 años, el pulso normal es de 100 pulsaciones por minuto; en niños de 3 a 12 años, es de 80 pulsaciones por minuto y de los 12 años en adelante es de 60 a 80 por minuto.

El pulso de una persona se puede tomar en dos partes del cuerpo: en la muñeca, presionando suavemente bajo el dedo gordo con los dedos índices, medio y anular o a un lado del cuello, bajo el oído, utilizando los mismos dedos.

Con ayuda de un reloj de preferencia con segundero, se deben contar las pulsaciones sentidas durante un minuto.

Si el número de pulsaciones es mayor de 100 por minuto, se puede deber entre otras causas a una hemorragia que puede ser interna, a deshidratación o porque las persona esté en estado de choque.

En caso de no sentir el pulso, es posible que la persona tenga un paro cardíaco y en ese caso debe actuar de inmediato para restablecer los latidos del corazón.

3. Frecuencia respiratoria

La frecuencia respiratoria es la cantidad de veces que una persona introduce oxígeno a su cuerpo mediante la inhalación y exhalación del aire. Esta frecuencia varía según la edad y la actividad física que se realice.

En un niño pequeño la frecuencia es de hasta 40 respiraciones por minuto, en uno de 3 a 12 años es de 20 por minuto y en una persona mayor de 12 años es de 16 por minuto.

Para saber si una persona está respirando normalmente se tiene que contar el número de respiraciones en un minuto.

Hay que tener en cuenta que con determinadas situaciones el número de respiraciones puede aumentar, por ejemplo al sentir miedo, después de un susto por haber corrido rápidamente.

Lo importante es que no disminuyan sus niveles normales. Por eso, si no se percibe la respiración, hay que colocar el dedo bajo la nariz de la persona para sentir si está exhalando el aire, en caso de que esto no suceda, hay que dar de inmediato respiración boca a boca, ya que puede tener un paro respiratorio, que puede ser causado por un golpe, asfixia, ahogamiento o estado de choque.

4. Temperatura y reflejos

Temperatura

La temperatura del cuerpo es muy importante para detectar alguna emergencia.

El cuerpo humano debe mantenerse entre 36.4°C. y 37.1°C. Dependiendo de la actividad que se realice, pero cuando esta desciende o aumenta considerablemente es señal de alarma para el organismo.

La temperatura suele aumentar ante una infección o enfermedad y suele descender cuando hay algún traumatismo.

Si la persona accidentada esta fría y su coloración es pálida, azulosa o amarillenta esto indica que esta el riesgo.

Reflejos

Los reflejos son actos involuntarios del sistema nervioso que se presentan ante una emergencia. La dilatación de la pupila, la reacción ante un piquete o roce son algunos de ellos.

Cuando una persona está el peligro de perder la vida, sus pupilas que normalmente reaccionan ante la luz, se quedan estáticas. Este es otro signo de gravedad en un enfermo o accidentado.

Temperatura y reflejos primeros auxilios

5. Respiración artificial

Cuando una persona ha dejado de respirar, hay pocos minutos para salvarle la vida

Si una persona tiene dificultad para respirar o hay ausencia de la respiración, pérdida del conocimiento y labios amoratados son señales de alarma que indican que en pocos minutos puede morir

  • Busque de inmediato ayuda médica.
  • Si hay lesiones en el cuello o espalda, no le mueva la cabeza y ábrela suavemente la boca.
  • Verifique en el cuello si hay pulso, si no lo encuentra al mismo tiempo que le da respiración boca a boca, presione con sus dos manos en el pecho a la altura de la tetilla izquierda, 5 veces seguidas y alternando con la respiración artificial.
  • Si no hay lesiones en el cuello o espalda, coloque a la persona boca arriba, con su mano eleve el cuello y póngale la cabeza hacia atrás para facilitar el paso del aire.
  • Apriete con suavidad la nariz del lesionado, coloque su boca sobre la boca de la persona y sople una bocanada de aire fuerte y profunda.
  • Retire su boca entre cada respiración, vea si se eleva el pecho y escuche si el aire sale de los pulmones.
  • Si es adulto repita esta operación de 12 a 18 veces por minuto hasta que la respiración se restablezca.

Si se trata de un niño:

  1. Cubra con su boca la nariz y la boca del lesionado.
  2. Aplique bocanadas cortas y menos profundas.
  3. Si con la entrada del aire el pecho no se mueve, cheque si hay algún objeto u obstruyendo el paso del aire y presione el pecho para que salga o dé palmadas en la espalda con el niño boca abajo sobre sus rodillas.
  4. Repita la respiración boca a boca, varias veces.

6. Paro cardiorrespiratorio en adultos

En algunas ocasiones si se actúa con rapidez, se pueden restablecer los latidos del corazón y evitar la muerte segura.

El corazón puede dejar de latir cuando hay algún accidente grave o una enfermedad, también cuando se presenta un infarto o cualquier problema cardiovascular.

Las señales de alarma son:

  • Inconsciencia manifestada por falta de respuesta a la voz y a pequeños pellizcos en el hombro
  • Falta de respiración
  • Ausencia de pulso en la arteria del cuello
  • No se escucha el corazón al colocar la oreja sobre el pecho.

Si hay otra persona, pídale que ella reanime la respiración mientras que usted lo hace en el corazón, si esta solo haga lo siguiente:

  1. Coloque a la persona, boca arriba, sobre una superficie firme e inclínele la   cabeza hacia atrás. Escuche el aire que sale por su nariz, si no respira, ábrale la boca y apriete la nariz con los dedos.
  2. Ponga su boca abierta sobre la boca del lesionado y de le cuatro y respiraciones rápidas, revise si hay respiración.
  3. Si no se ha restablecido, coloque el talón de su mano en el centro del pecho del lesionado a la altura de las tetillas, ponga la otra mano encima de la primera y entrelace sus dedos.
  4. Con los brazos estirados oprima con fuerza y afloje rápidamente, repita esta operación 5 veces seguidas, una por segundo y dé respiración de boca a boca; continúe esta secuencia hasta que se restablezca el puso y la respiración.
  5. En cuanto logre restablecer los latidos del corazón, ya no comprima más, pero continúe dándole respiración artificial hasta que la persona respire por sí misma.

7. Paro cardiorrespiratorio en niños

Si se actúa a tiempo, se puede reanimar la respiración y la frecuencia cardíaca de un niño, mientras llega la ayuda médica.

Si nota que un niño no respira y no siente su pulso y latidos del corazón, busque ayuda médica inmediatamente.

Las Señales de alarma que puede presentar son:

  • Inconsciencia.
  • Manifestada por falta de respuesta a la voz y a pequeños pellizcos en el hombro.
  • Falta de respiración.
  • Ausencia de pulso en la arteria del cuello y no se escucha el corazón al colocar la oreja debajo de la tetilla izquierda.

Pasos para atender estas contingencias:

  1. Coloque al niño de espalda, boca arriba, sobre una superficie firme e incline su cabeza hacia atrás.
  2. Observe si se mueve el pecho o escuche cerca de la nariz si sale aire de sus pulmones.
  3. Si no respira, dele respiración de boca a boca. Ponga su boca abierta abarcando la nariz y la boca del niño o niña y sople para que entre el aire. Hágalo cinco veces rápidas y vuelva a observar la respiración.
  4. Si no ha empezado a respirar, coloque la yema de sus dedos índice y medio en el centro del pecho a Ia altura de las tetillas y detenga la espalda del niño con la otra mano.
  5. Presione en forma rápida y corta hacia Ia columna vertebral del niño y repita esto durante 5 veces seguidas, una por segundo y alterne con respiración boca a boca.
  6. Continúe así hasta que se restablezca el pulso y la respiración o llegue la ayuda médica.

8. Fracturas

Las lesiones pueden ser diferentes, distinguirlas ayuda a establecer el tratamiento inmediato para prevenir males mayores.

Los músculos, huesos, tendones y articulaciones se pueden ver afectadas por el mismo golpe o traumatismo, pero la lesión no es igual. Aprender a distinguirla ayuda al tratamiento de urgencia.

Fractura

Las fracturas son lesiones en los huesos y se clasifican según su gravedad y daño.

Las fracturas simples o fisuras

Implican una sola línea de fractura que atraviesa un hueso. Las fracturas conminutas, son aquellas en las el hueso se fractura en dos o más fragmentos.

Las fracturas abiertas

Son aquellas en las que el hueso fracturado rompe los tejidos vecinos y atraviesa la piel, esta es la más peligrosa y generalmente se acompaña de hemorragias.

La fractura de estrés

Es la ruptura de un hueso, por lo general pequeña, causada por la aplicación prolongada o repetida de presión sobre el hueso. Las señales de alarma de una fractura son:

  • Dolor intenso
  • Incapacidad de movimiento
  • Deformidad e hinchazón
  • Crujimiento del hueso al palparlo
  • Calor en la zona.

En estos casos el miembro o parte afectada se debe inmovilizar, sin presionar y acudir de inmediato a un centro de salud para sacar una radiografía y establecer el tratamiento adecuado que va desde la aplicación de una férula o yeso completo, hasta cirugía en algunos casos.

9. Torcedura, dislocación y esguince

Torcedura

Una torcedura se produce cuando por algún movimiento brusco o golpe, los ligamentos que son los tejidos finos que juntan a los huesos, músculos o tendones, se rompen o se estiran demasiado.

Esta situación produce un gran dolor y aunque no es una emergencia, la parte lastimada se debe vendar para tener soporte y poner en reposo. Colocar hielo ayuda a disminuir la hinchazón y el dolor.

Dislocación

Una dislocación es el desplazamiento de una articulación que son las áreas en donde se juntan dos o más huesos. Si una articulación recibe demasiada presión, los huesos que se encuentran en ella pueden desconectarse o dislocarse.

Cuando esto sucede, es común que se produzca una rotura de la capsula de la articulación, desgarro de los ligamentos y con frecuencia lesiones en los nervios.

Algunas veces es difícil diferenciar entre un hueso dislocado y un hueso fracturado, pero en ambos casos es necesario inmovilizar la parte afectada y solicitar ayuda médica inmediata.

Las señales de una dislocación son:

  • Dolor intenso
  • Dificultad para moverla
  • Hinchazón
  • Enrojecimiento del área.

En estos casos se saca una radiografía y el médico coloca los huesos en su lugar y establece el tratamiento adecuado.

Esguince

Es una distensión de los ligamentos de una articulación. Los ligamentos son fibras fuertes y flexibles que sostienen los huesos y cuando estos se estiran demasiado o presentan ruptura, la articulación duele y se inflama.

Los esguinces se producen con más frecuencia en el tobillo, rodilla y muñeca y se caracterizan por dolor, inflamación y dificultad para movilizar la articulación afectada.

10. Traumatismos craneales

Suelen ir acompañados de pérdida de memoria y en ocasiones del conocimiento.

Tratamiento

  • Mantenerlos acostados, vigilados y abrigados, con la cabeza baja y vuelta hacia un lado.
  • Traslado al hospital de la misma forma que a los fracturados de columna vertebral.

Desmayo

EI desmayo o sincope, es la pérdida repetiría y breve de la conciencia, por falta de irrigación sanguínea adecuada generalmente antes de que suceda, la persona se siente aturdida o mareada y logra incluso avisar, acostarse o sentarse para prevenir un golpe fuerte.

EI desmayo es una forma de protección del suministro de oxígeno al cerebro, ya que después de la caída involuntaria que sigue al desmayo, hay un mayor flujo de sangre al cerebro.

La causa más común de los desmayos es la hipo-tensión ortostática, que es el descenso súbito de la presión arterial y sucede generalmente al levantarse y con mayor frecuencia cuando alguien ha estado en cama durante varios días.

También es común en personas mayores con trastornos circulatorios o que toman medicamentos para la hipertensión arterial o la depresión.

Otros motivos del desmayo son el estrés o cansancio excesivo, un susto, ver sangre, la exposición a determinados olores o sonidos, la falta de alimento o de agua, la deshidratación, el inicio de un embarazo, la exposición al sol, la recuperación de una anestesia total o el padecer enfermedades como la diabetes, cuando disminuye el nivel de azúcar súbitamente o por hipoglucemia.

También las personas que tienen arritmias o eventos cerebrovasculares son propensas al desmayo.

Si bien la mayoría de los desmayos son situaciones pasajeras y no requieren de tratamiento médico, ante todo desmayo es necesario consultar al médico para que defina el diagnóstico y el tratamiento adecuado.

En ocasiones puede solicitar un electroencefalograma, un electrocardiograma y un análisis de sangre para identificar el motivo.

Para atender un desmayo y disminuir el riesgo, si siente o ve que alguien se pone pálido, empieza a sudar frio, se marea y siente que se va a desvanecer o ya de desmayo:

  • Si siente que se va a desmayar, acuéstese y eleve sus pies o siéntese inclinando la cabeza por debajo del nivel del corazón, pero no la coloque entre las rodillas, porque si se desmaya se puede caer y golpear fuertemente.
  • Si la persona ya se desmayó, acuéstela y levante sus pies, para que el flujo sanguíneo llegue más rápido a su cabeza.
  • Frote con alcohol las muñecas de las manos, la nuca y refresque la frente, de preferencia no ponga alcohol en la nariz del desmayado.
  • No de nada de beber ni comer hasta que se haya repuesto un poco.
  • Cuándo la persona vuelva en sí, tápelo bien porque en ocasiones al desmayo le sigue una sensación de escalofrió con templares.

11. Hemorragias

Las hemorragias pueden ocasionar la muerte, es necesario saber cómo controlarlas dependiendo del lugar del cuerpo de donde procedan

Una persona adulta tiene 5 litros de sangre circulando por todo su organismo. La sangre es el medio de transporte del oxígeno, agua y nutrimentos, por lo que si se llega a perder un litro o más, el resultado puede ser fatal.

La hemorragia es la pérdida de sangre y representa una situación crítica que requiere de ayuda inmediata.

Las hemorragias pueden originarse por lesiones provocadas por accidentes, objetos punzo cortantes o por algunas enfermedades, como la ulcera gástrica o ciertos tipos de cáncer.

Las hemorragias pueden ser externas o internas. Cuando la sangre presenta color rojo brillante, indica que proviene de una arteria y debe ser atendida de inmediato, cuando es rojo oscura proviene de una vena y el sangrado es más fácil de controlar, ejerciendo presión.

Las hemorragias externas se deben controlar presionando directamente sobre la herida para bloquear la salida de sangre, para lo que se puede utilizar cualquier trapo o tela que se tenga a la mano y que esté limpio.

En caso de poder hacer esto, porque exista un objeto enterrado, NO trate de retirarlo ya que puede lesionar más y ejerza presión en los puntos de control de las principales arterias o venas.

Las hemorragias internas, son muy difíciles de detectar. Pero si hay vomito fuerte o con sangre, tos con flemas con sangre, excremento con sangre o sale sangre por los oídos, nariz o boca después de un golpe, tiene que llevarlo de inmediato al hospital.

Mientras llega el servicio de urgencia, mantenga acostada a la persona y cúbrela, voltéele la cabeza de lado para que pueda respirar mejor o levántela ligeramente y coloque una almohada o algo de ropa debajo de ella. Esto solamente en caso de no sospechar de fractura de cabeza, cuello o columna vertebral.

Conclusión

Es importante tener presente que los primeros auxilios consisten en el apoyo inicial brindado a alguien en medio de una emergencia médica. Este apoyo podría ayudarlos a sobrevivir hasta que llegue la ayuda profesional.

En otros casos, los primeros auxilios consisten en la atención brindada a alguien con una lesión menor. Por ejemplo, los primeros auxilios son a menudo todo lo que se necesita para tratar quemaduras leves, cortes y picaduras de insectos.

Examen de comprensión lectora