Medicina

Dietas populares para bajar de peso

Contenidos temáticos

  1. Introducción a las dietas para bajar de peso
  2. La pérdida de peso
  3. Obesidad
  4. Tipos de dietas contemporáneas
  5. Otras dietas

Desarrollo del tema

1. Introducción a las dietas para bajar de peso

Una dieta es la pauta que una persona sigue en el consumo habitual de alimentos. Etimológicamente la palabra dieta proviene del griego dayta, que significa ‘régimen de vida’. Se acepta como sinónimo de régimen alimenticio, que alude al ‘conjunto y cantidades de los alimentos o mezclas de alimentos que se consumen habitualmente’.

También puede hacer referencia al régimen que, en determinadas circunstancias, realizan personas sanas, enfermas o convalecientes en el comer, beber y dormir. Popularmente, y en el caso de los humanos, la dieta se asocia erróneamente a la práctica de restringir la ingesta de comida para obtener sólo los nutrientes y la energía necesaria, y así conseguir o mantener cierto peso corporal.

La dieta humana se considera equilibrada si aporta los nutrientes y energía en cantidades tales que permiten mantener las funciones del organismo en un contexto de salud física y mental.

Esta dieta equilibrada es particular de cada individuo y se adapta a su sexo, edad y situación de salud. No obstante, existen diversos factores (geográficos, sociales, económicos, patológicos, etc.) que influyen en el equilibrio de la dieta.

2. La pérdida de peso

La pérdida de peso, en sí misma no causa problemas de salud, pero hace que las personas mayores sean más vulnerables a la desnutrición y por lo tanto, a enfermar. La pérdida significativa de peso relativa al tiempo se define como:

  • Pérdida de 5 libras (aproximadamente 2 kg) en 1 mes.
  • 5% de pérdida de peso en 1 mes.
  • 7.5% de pérdida de peso en 3 meses.
  • 10% de pérdida de peso en 6 meses.

Por el envejecimiento, el cuerpo puede perder peso a causa de numerosos factores:

  • Menor contenido de agua en el organismo.
  • Reducción de la masa ósea.
  • Pérdida de masa muscular.
  • Adelgazamiento del tejido conectivo.

El problema es importante porque:

  • Es frecuente.
  • Suele ser multifactorial.
  • Participan factores psicosociales.
  • Tiene efectos deletéreos inespecíficos.
  • Tiene gran repercusión funcional.
  • Suele haber grandes dificultades para la recuperación ponderal.

Pérdida de peso involuntaria

Es una disminución en el peso corporal que no se hace de manera voluntaria. En otras palabras, la persona no trató de perder peso haciendo dietas o ejercicio. Hay muchas causas de la pérdida de peso involuntaria, algunas de las cuales aparecen en la siguiente lista:

  • SIDA
  • Cáncer
  • Depresión
  • Diarrea crónica (que dura mucho tiempo)
  • Drogas, como anfetaminas, fármacos quimioterapéuticos, consumo de laxantes (cuando se abusa) y medicamentos tiroideos
  • Drogadicción
  • Trastornos alimentarios, incluyendo anorexia nerviosa y bulimia
  • Hipertiroidismo
  • Infección
  • Inapetencia
  • Desnutrición
  • Comportamiento manipulador (en niños)
  • Úlceras bucales dolorosas, dispositivos de ortodoncia o pérdida de los dientes que le impiden a uno comer normalmente
  • Tabaquismo

Nota: es posible que esta lista no las incluya a todas.

3. Obesidad

La obesidad es una enfermedad crónica tratable. Se produce cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.

Aparte del problema que de por sí representa la obesidad, los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque actúa como un agente que exagera y agrava a corto plazo y de forma muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer como los gastrointestinales.

Con excepción de las personas que son muy musculosas, aquellas cuyo peso supera en un 20 por ciento o más el punto medio de la escala de peso según el valor estándar peso/altura, son consideradas obesas. La obesidad puede ser clasificada como leve (del 20 al 40 por ciento de sobrepeso), moderada (del 41 al 100 por cien de sobrepeso) o grave (más del cien por cien de sobrepeso). La obesidad es grave en solamente el 0,5 por ciento de las personas obesas.

Tipos de tratamientos para combatir la obesidad

  • Dieta hipocalórica: La obtención de un balance calórico negativo es esencial para obtener una reducción de peso adecuada. La dieta debe ser individualizada, ya que cada paciente tiene diferente gasto energético (el ideal es medirlo con Calorimetría Indirecta). El balance calórico negativo se logra habitualmente con dietas entre 800 a 1500 calorías día.
  • Actividad Física: Es fundamental para el balance calórico negativo, produce cambios metabólicos favorables y es clave para la mantención posterior del peso. Debe realizarse por lo menos 3 veces por semana y debe ser guiado y supervisado por un kinesiólogo o profesor de educación física con experiencia en obesos.
  • Trabajos grupales: Destinados a la educación nutricional y fomentar cambios de hábitos.
  • Tratamiento farmacológico: Se reserva para pacientes con trastornos del apetito o con gran dificultad a adherir a la dieta. Es fundamental comprender que no existe una pastilla mágica para bajar de peso, sino que es un complemento del tratamiento. Deben usarse medicamentos con eficacia clínica demostrada y exentos de efectos adversos, ya que por ser la obesidad una enfermedad crónica muchas veces estos medicamentos deben usarse por largo tiempo.
  • Tratamiento quirúrgico: Se reserva para pacientes con IMC > 40 que no han tenido éxito con otros tratamientos bien realizados y pacientes con IMC entre 35 y 40 que poseen otra patología que se beneficiaría con la baja de peso. La técnica más usada actualmente es la gastroplastía en que se deja una bolsa gástrica de alrededor de 30 ml con by-pass gastro-yeyunal (By-pass). Además están gastrectomía en manga, banda gástrica ajustable, balón intragástrico.

4. Tipos de dietas contemporáneas

Desde el punto de vista cultural, y en función del origen biológico de los alimentos, las dietas humanas contemporáneas pueden ser:

  • Dieta vegetariana: cuando no se consume carne. Los motivos por los que se sigue una dieta vegetariana pueden ser económicos, religiosos, ideológicos, éticos, ecológicos y de salud. Hay diferentes tipos de vegetarianismo. Entre ellos, el en que no se consume ningún producto procedente de un animal, y el en que solo se evita carne.
  • Dieta omnívora: cuando se consumen alimentos de origen animal y vegetal. Es el tipo de dieta más frecuente en la especie humana. Alimentos que se consumen habitualmente. También puede hacer referencia al régimen que, en determinadas circunstancias, realizan personas sanas, enfermas o convalecientes en el comer, beber y dormir. Popularmente, y en el caso de los humanos, la dieta se asocia erróneamente a la práctica de restringir la ingesta de comida para obtener sólo los nutrientes y la energía necesarios, y así conseguir o mantener cierto peso corporal.

La dieta humana se considera equilibrada si aporta los nutrientes y energía en cantidades tales que permiten mantener las funciones del organismo en un contexto de salud física y mental. Esta dieta equilibrada es particular de cada individuo y se adapta a su sexo, edad y situación de salud. No obstante, existen diversos factores (geográficos, sociales, económicos, patológicos, etc.) que influyen en el equilibrio de la dieta.

5. Otras dietas

Entre las otras dietas que se pueden seguir y son muy populares se encuentran:

  • Hiperproteicas: altas en proteínas, grasas saturadas y colesterol, bajas en carbohidratos, en vitamina A, C, tiamina y fierro. Estimulan pérdida de calcio, aumentan el ácido úrico, altas en colesterol, producen náuseas hipotensión y fatiga. La alta ingesta proteica produce aumento de la filtración glomerular y deteriora la función renal. Un ejemplo clásico de hiperproteica es la “Dieta de Atkins”.
  • Rica en hidratos de carbono (macrobióticas): rica en frutas, vegetales, panes y cereales, sólo permite leche descremada, bajas en sal, fierro, ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles.
  • Dieta disociada: cada día un alimento distinto. Muy desequilibrada.
  • Dietas de muy Bajas Calorías: Aportan 800 calorías día o menos. (<12 cal/Kg. peso ideal), 0.8 a 1.5 g. prot/Kg. ideal. Son en el fondo un ayuno modificado acompañados de adaptación metabólica. Debe incluir la recomendación de vitaminas, minerales, electrolitos y ácidos grasos esenciales. Se puede usar como sustitutos de las 4 comidas diarias. Se usa en pacientes que han fallado con tratamiento convencional.

Para las dietas no terapéuticas existen diferentes tipos de dietas:

Dietas fijas o por intercambios

  • Dietas por menús: Son dietas de menú fijo para un número de días determinado.
  • Dieta por intercambios: Dieta flexible permite personalización a sus gustos y necesidades, se puede cambiar los alimentos de la dieta por alimentos de igual contenido nutricional que están disponibles en el medio, sin variar su objetivo.

Dietas famosas

Las más conocidas y que varían por su forma de actuar según quien las inventa o por su origen:

  • Dieta Scardale. Para reducción de peso, exigente para pocos días y no es totalmente equilibrada.
  • Dieta Atkins. Baja en hidratos de carbono. Con desequilibrios en minerales y grasas.
  • Dieta de la Zona. Dieta para reducción de peso.
  • Dieta Mediterránea. Dieta con costumbres alimenticias del mediterráneo. No garantiza equilibrio.

Recurso didáctico de apoyo