Contenidos temáticos
- Introducción
- Tipos de obesidad
- Tratamiento nutricional
- Mitos en torno a la alimentación
- Alimentación sugerida
Desarrollo del tema
1. Introducción
La obesidad es un exceso de grasa, determinado por un Índice de masa corporal o IMC aumentado (mayor o igual a 30) y forma parte del Síndrome metabólico.
Es un factor de riesgo conocido para enfermedades crónicas como: enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión arterial, ictus y algunas formas de cáncer. La evidencia sugiere que se trata de una enfermedad con origen multifactorial: genético, ambiental, psicológico entre otros. Acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, hipertrofia general del tejido adiposo.
Es una enfermedad crónica originada por muchas causas y con numerosas complicaciones, la obesidad no distingue color de piel, edad, nivel socioeconómico, sexo o situación geográfica.Anteriormente se consideraba a la persona con sobrepeso como una persona que gozaba de buena salud, sin embargo ahora se sabe que la obesidad tiene múltiples consecuencias en nuestra salud.
Ahora se sabe que la obesidad está fuertemente relacionada como causal de otras enfermedades como lo son los padecimientos cardiovasculares, dermatológicos, gastrointestinales, diabéticos, osteoarticulares, etc. El primer pasó para saber si existe obesidad o no, es conocer el índice de masa corporal (IMC), lo que se obtiene haciendo un cálculo entre la estatura y el peso del individuo. La obesidad es un exceso de grasa corporal, que por lo general, y no siempre, se ve acompañada por un incremento del peso del cuerpo.

2. Tipos de obesidad
La obesidad se clasifica en dos tipos: Central o androide y periférica o imoide. La primera es la más grave y puede conllevar importantes complicaciones patológicas.
La obesidad central localiza la grasa en el tronco y predispone a sufrir complicaciones metabólicas (especialmente la diabetes tipo 2 y las dislipemias).
La obesidad periférica acumula el depósito de grasa de cintura para abajo y produce problemas de sobrecarga en las articulaciones.
Otros tipos de obesidad:
- Obesidad mórbida: La obesidad mórbida es una de las enfermedades más características de nuestro tiempo, sobre todo por el número de complicaciones que tiene asociadas. Para tratarla es necesario el empleo de la cirugía, ya que las dietas no surten ningún tipo de efecto. Las técnicas para reducirla son de dos tipos: reseccionistas, encaminadas a inducir una mala absorción de los alimentos, o restrictivas. Las segundas son menos agresivas, ya que no precisan resecar nada; basta con reducir el tamaño del estómago para que el paciente no pueda comer.
- Obesidad infantil: Entraña alteraciones endocrinometabólicas que condicionan un mayor riesgo cardiovascular en la edad adulta. Estos factores se relacionan, fundamentalmente, con la edad de inicio de la obesidad y con el tiempo de evolución. Cuando la obesidad se presenta en edades muy tempranas o cuando el tiempo que se ha estado padeciendo es prolongado, el riesgo de presentar eventos cardiovasculares en la edad adulta es también más elevado. Los médicos aconsejan que para prevenir la obesidad en los niños es bueno que la dieta sea variada y elástica, reduciendo las grasas de la bollería, pastelería y la comida industrial en general. También es fundamental que hagan ejercicio, que sean conscientes de que deben tener una alimentación sana y que no vean tanto la televisión.
3. Tratamiento nutricional
El tratamiento nutricional bebe tener un fundamento científico:
- Realizar educación alimentaria (aprender a comer) y lograr un cambio en la conducta a largo plazo
- Reducir el peso
- Disminuir el apetito
- Mejorar variables metabólicas (glucosa, triglicéridos, colesterol, tensión arterial)
- Promover la actividad física
4. Mitos en torno a la alimentación
A través de los tiempos se han ido creando mitos en torno a la alimentación, los cuales a veces tienen una base real, pero a veces están más que equivocados. Entre los mitos más comunes, podemos mencionar por ejemplo, el hecho de que se cree que los latinos tenemos la dieta equivocada. Según los estudios, de hecho los latinos comemos mejor que los estadounidenses, ya que en general tenemos economías que todavía se basan en la agricultura, y nuestra dieta se basa muchas veces en los productos de la tierra.
Entonces ¿por qué engordamos y tenemos tan altos índices de cáncer gástrico? Eso se debe al exceso de grasa que consumimos, y todas las salsas que agregamos.
Otra creencia es que se piensa que si un bebé es gordo, cuando sea adulto también lo será. Esto sucede en algunos casos, generalmente porque los padres también son gordos y tienen una alimentación no adecuada, por lo que su bebé comerá mal, y así tendrá malos hábitos cuando crezca y será gordo. Pero, no es que sea necesariamente así.
Con respecto al colesterol la sabiduría popular dice muchas cosas, pero se ha demostrado que si bien los huevos producen colesterol, su total ausencia no es recomendable. Lo ideal es comer dos huevos por semana.
Otro mito que se ha generalizado mucho, es pensar que todos los carbohidratos son dañinos, pero esto está muy lejos de ser verdad. Hay carbohidratos conocidos como complejos que son altamente necesarios para una sana y balanceada alimentación.
Entre estos carbohidratos podemos mencionar los cereales, las frutas frescas y las secas, los jugos de frutas, las papas, el arroz silvestre, la pasta, la mayoría de los vegetales -siempre que sean crudos o cocidos al vapor- y panes de granos integrales.
La grasa tampoco debe eliminarse por completo como normalmente se cree, pero por día se recomienda sólo una cucharada de aceite vegetal, una cucharada de margarina y una cucharada de mayonesa baja en calorías.
Por otro lado, los lácteos son alimentos que aunque se cree que deben ser consumidos en altas cantidades para obtener mucho calcio y protegerse de la osteoporosis, no son aconsejables por su alto contenido en grasa y proteínas. Es mejor buscar otras fuentes de calcio y eliminar casi por completo los lácteos.
Entre otras fuentes de calcio podemos mencionar los frijoles, la mayoría de los vegetales verdes excepto las espinacas, y cualquier tipo de pescado.
En fin, la dieta ideal se supone que es la que incluye diariamente un 60% u 80% de carbohidratos complejos, entre un 10% y 15% de proteínas y de un 5% a un 15% de grasas.
El grupo de proteínas ideal se compone de leche descremada, quesos bajos en grasa, requesón descremado, yogur descremado, aves, pescados, mariscos, carne de res magra, pato, cerdo y cordero, legumbres como las lentejas y los frijoles, las nueces y las semillas.
Los alimentos que no deben comerse bajo ningún punto son el aceite de maní y la mantequilla de maní, así como la manteca.
5. Alimentación sugerida
El plan de alimentación para un paciente obeso debe ser elaborado y prescrito por un nutriólogo. Para promover una alimentación correcta, y así lograr hábitos alimenticios que prevengan el sobrepeso y obesidad, lo mejor es empezar con la familia.
- El plato del bien comer invita a una alimentación correcta, para lo cual sólo hay que poner en práctica unas reglas muy sencillas:
- Incluya al menos un alimento de cada grupo en cada una de las tres comidas del día.
- Ingiera la mayor variedad posible de alimentos.
- Coma de acuerdo con sus necesidades y condiciones, ni de más ni de menos.
- Consuma lo menos posible azúcar, sal, grasas y aceites.
Para prevenir el sobrepeso y la obesidad, existen numerosos estudios que muestran que los niños son capaces de controlar la ingestión de alimentos que necesitan, por medio de sus señales internas de hambre y saciedad, siempre y cuando los adultos:
- Ofrezcan una alimentación correcta guiados por el plato del bien comer.
- Proporcionen el respeto y la ayuda necesaria para que no pierdan esa habilidad.
- Ofrezcan soporte emocional apropiado durante las horas de la comidas.
- Respeten al niño no dominando y controlando su alimentación, de manera que pueda expresar sus sensaciones, gusto y sentimientos.
Recurso didáctico de apoyo
Categorías:Medicina, Salud, Salud y Bienestar