La etapa lítica y sus períodos
Es el período más antiguo de la historia de México, abarca desde la llegada de los primeros habitantes aproximadamente hace 30,000 años, hasta el 2,500 a.C. cuando apareció la vida sedentaria y se desarrolló la agricultura. Tuvo una duración
de 30,500 años y aunque se denomina Lítica (del griego piedra), no significa la ausencia de herramientas hechas con otros materiales como hueso, concha o madera. Aunque debemos reconocer que la mayor parte de sus utensilios fueron elaborados básicamente en piedra. Este período se divide en cuatro:
Arqueolítico (30,000 a 9,500 años a.C.) El hombre comenzó a utilizar y fabricar instrumentos rudimentarios, sobre todo para la caza de animales, recolección de frutos, y elaboración de vestimenta con la piel de los animales que cazaba.
Cenolítico inferior (9,500 a 7,000 a.C.). Según los historiadores, en estos siglos se produjeron fuertes cambios climáticos que afectaron el modo de vida de los pobladores y su organización social. Se cree que en esta etapa desaparecieron los grandes mamíferos como el mamut, que habitaron en gran parte del territorio nacional. Los hombres mejoraron sus técnicas de caza y pesca gracias a la elaboración de instrumentos con huesos de animales y piedras, continuaron viviendo de la recolección de frutos.
Hace aproximadamente 10,000 años el centro del país no era seco como ahora. Algunas investigaciones sugieren que la parte oriental del territorio (hacia el Golfo de México), que era la más baja, permaneció algún tiempo bajo el agua y en la parte occidental (hacia el Pacífico) abundaron las lagunas.
Cenolítico superior (7,000 a 2,500 a.C.). En este periodo, seguían predominando las formas de organización social y los modos de subsistencia de los grupos nómadas de cazadores y recolectores. Como dijimos, para este momento los grandes animales como el mamut ya se habían extinguido, los pobladores siguieron alimentándose de frutos y semillas.
Entre 7,000 y 5,000 años a.C. los habitantes del altiplano -norte y centro del país- realizaban actividades de cacería, y practicaban la agricultura, con productos como: el maíz, la calabaza, el chile, el amaranto y el frijol. En cuanto a animales
domesticados, hay prueba del perro xoloitzcuintle y el guajolote, (aproximadamente hace 3,000 años).
Protoneolítico (5,000 a 2,500 a.C.). Al ser grupos sedentarios, desarrollaron nuevas técnicas para la fabricación de herramientas como el pulido de piedra. Se consolidó el cultivo del maíz, frijol, calabaza, tomate, cacao, chile y aguacate y se perfeccionó la domesticación del xoloitzcuintle. Surgieron las primeras aldeas, los centros cívicos y religiosos.
Al término de este período, se empiezan a diferenciar las culturas del centro-sur del país: Mesoamérica y Aridoamérica.

Áreas geográficas del México Antiguo
Los diversos climas, vegetación, fauna y suelos característicos de las distintas zonas geográficas del norte y centro de América, condicionaron su poblamiento y el desarrollo de civilizaciones con culturas, costumbres, tradiciones y organización social.
Los historiadores han dividido en tres las áreas geográficas del México Antiguo:
Aridoamérica
Lo que se conoce de ella se basa fundamentalmente en estudios arqueológicos, documentos descriptivos de la Colonia y estudios etnográficos modernos. Se extiende del norte de México al suroeste de los Estados Unidos. Se caracteriza por un clima desértico con zonas áridas y semiáridas; los grupos humanos que habitaron ahí subsistían de la caza de animales y la recolección de frutos.
En la zona norte de la actual República Mexicana y en el sur de los Estados Uni-dos, entre las cordilleras occidental y oriental de la Sierra Madre, las condiciones ambientales determinaron en gran medida la vida de sus pobladores. En estas regiones extremadamente áridas, con lluvias escasas e irregulares, con grandes llanuras y serranías semidesérticas, era prácticamente imposible cultivar, por lo que la mayoría de sus habitantes fueron nómadas, excelentes conocedores de su fauna
y flora.
Otros habitantes de algunas regiones de Aridoamérica como los asentados en el actual Coahuila, se alimentaban principalmente de semillas de girasol, maíz, frijol, conejo y venados. La agricultura que practicaban fue muy complicada por el clima que prevalecía.

Se refugiaban en cuevas. La economía la basaban en el trueque que realizaban con otros grupos.
En el norte de México vivieron muchos grupos como los cachitas, seris, chinipas, pápagos, janos, cohuiltecos, cocomes, tobosos, guachichiles, zacatecos, pames, sumas, jovas, jumanos, coras, tarahumaras, etc. ubicándose en los actuales estados de Chihuahua, Sonora, Coahuila, Sinaloa, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Nayarit, Baja California Sur y Baja California Norte.
Si bien es cierto que las culturas de la región de Aridoamérica no tuvieron el grado de desarrollo de las mesoamericanas, sobretodo por la región desértica en la que estaban establecidos, llama la atención y ha sido materia de estudio la zona de Paquimé, ubicado en Casas Grandes, Chihuahua, con un desarrollo arquitectónico muy importante y que tuvo su esplendor entre los años 1300 y 1450 d.C.
Oasisamérica
Esta área se ubica en el suroeste de lo que hoy son los Estados Unidos y la par-te noroeste de México. Los pueblos ahí asentados se desarrollaron en algunas tierras anteriormente ocupadas por pueblos de Aridoamérica. En general es una zona semiárida, atravesada por unos cuantos ríos.
Se ubica en parte de los territorios actuales de Arizona, Nuevo México y California en los E.U.; Sonora y Chihuahua en México.
Posee una vegetación muy escasa pero con la particularidad de contar con algunos oasis, mismos que dieron nombre a esta área, en torno a los cuales se asentaron algunos pueblos como los hopis, zuñis, keres, jeméz, navajos, cachitas, pimas-ópatas y tarahumaras, entre otros.
Los historiadores afirman que el origen de las culturas en Oasisamérica es aproximadamente 500 a.C., es decir, relativamente más reciente que en los casos de Aridoamérica y Mesoamérica.

Estos pueblos comenzaron a depender de la agricultura volviéndose sedentarios. El conocimiento de la agricultura se debió a la influencia de algunas culturas mesoamericanas, existen vestigios que demuestran que algunos pueblos de Oasisamérica desarrollaron sistemas de riego.
Estas culturas elaboraron una especie de cerámica, practicaron el juego de pelota, delinearon caminos, construyeron edificios de varios pisos, trabajaron los metales, desarrollaron un intenso comercio con los mesoamericanos, establecieron una clara estratificación social y se rigieron por una élite gubernamental y religiosa. Estas culturas son:
- Anasazi, ubicada entre los estados de Colorado, Nuevo México, Arizona y Utha (hoy pertenecientes a los Estados Unidos);
- Mogollón, que comprendía parte de Arizona y Nuevo México (EU), Sonora y Chihuahua.
- Pataya, que comprendía una parte de California, Arizona, Sonora y Baja Cali-fornia.
- Hohokam, que abarcaba parte de Arizona, Estados Unidos.
- Fremont, que hoy es la actual Utah, en Estados Unidos.
- Trincheras, al norte de México.
Mesoamérica
Es el área cultural más estudiada de la época prehispánica. Cuenta con una amplia variedad de suelos y climas, la mayor parte de ella recibe lluvias suficientes para propiciar la agricultura intensiva, lo que permitió el asentamiento de grandes culturas y el desarrollo de civilizaciones con construcciones en forma de pirámides escalonadas. Algunas de estas culturas aportaron conocimientos importantes de historia, astronomía, matemáticas, medicina, entre otros.
Las áreas culturales de Mesoamérica son las siguientes:
- Centro norte
- Altiplano central
- Occidente
- Oaxaca
- Área Maya
- Golfo de México
Desde el año 2500 a.C. se advierte la presencia de agricultores sedentarios, implementando herramientas más elaboradas para esta actividad como el uso del bastón plantador o también llamado coa. El principal producto que cultivaban era el maíz. Consolidaron la práctica de domesticación de animales.
A partir del surgimiento de las primeras aldeas y centros cívico religiosos en el Golfo y centro de México, se dio un desarrollo cultural ininterrumpido que duró hasta la llegada de los españoles. Formaron ciudades-estado con una organización social bien definida a partir de clases sociales. Practicaban el juego de pelota. Es importante mencionar que fueron las civilizaciones que se caracterizaron por la construcción de centros ceremoniales y la realización de sacrificios humanos.
Esta civilización utilizaba el calendario y su escritura era pictográfica, por eso podemos encontrar pinturas que nos demuestran características de su forma de vida.
Se calcula que el territorio de Mesoamérica alcanzó una extensión aproximada de 1 millón de kilómetros cuadrados y en ella habitaron pueblos prehispánicos como: los Olmecas, en el sur de Veracruz y Tabasco, los Mayas en la Península de Yucatán, Chiapas, Guatemala, Belice y Honduras; Mixtecos y Zapotecos en grandes regiones de Oaxaca y Puebla; Totonacas en el norte del estado de Veracruz; Toltecas y Mexicas en el altiplano, entre los más destacados pueblos mesoamericanos.

Después de varios siglos, estas grandes culturas nos siguen maravillando por sus zonas arqueológicas y diversos vestigios que nos revelan su historia y desarrollo.
En cada una de las áreas geográficas del México Antiguo se establecieron diferentes culturas que compartían rasgos, observa en el siguiente esquema las sub áreas donde se establecieron.

Los horizontes culturales de Mesoamérica
Una de las formas precisas para el estudio de la historia ha sido ubicar geográficamente a las sociedades del México Antiguo, así como también ubicarlas en el tiempo en que se desarrollaron; por eso hablamos de Horizontes culturales, que se
utilizan para clasificar cronológicamente a la época prehispánica, y se divide en tres:
- Horizonte preclásico, que abarca del año 2500 a.C. al 200 d.C. aproximadamente.
- Horizonte clásico, que corre del 200 al 900 d.C.
- Horizonte posclásico, del 900 al año 1521 d.C.
En el horizonte preclásico, se forman las primeras civilizaciones, surgen manifestaciones culturales y artesanales como la invención del papel hecho de amate, el desarrollo del calendario, la escritura jeroglífica y avances en la astronomía.
En este horizonte apareció la primera gran cultura mesoamericana, la Olmeca, cuyo principal desarrollo se dio en la zona del Golfo de México, alrededor de tres grandes centros ceremoniales: San Lorenzo Tenochtitlán, La Venta y Tres Zapotes. Se ha comprobado que su influencia se extendió hasta lo que hoy es El Salvador, en la región maya y en otras culturas asentadas en la región central del territorio como Xochicalco (Morelos), en la región zapoteca (Oaxaca) y mixteca (Guerrero).
También surgió la civilización Maya, alrededor del año 2000 a.C., destacándose por su organización social, desarrollo científico y cultural. Los Mayas eran un conjunto de grupos que compartían elementos comunes como su organización política, lengua, costumbres y organización militar.
Esta cultura se extendió a lo largo de los territorios actuales de Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador y en los estados mexicanos de Campeche, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán.
En esta etapa surgen las primeras aldeas agrícolas, para después conformar ciudades, entre las más importantes se encuentran: Copán, Palenque, Bonampak, Tikal, Uxmal, Chichén Itzá y Mayapán.
En el horizonte clásico florecieron grandes centros poblacionales como Teotihuacán, el Tajín, Pátzcuaro, Monte Albán, Uxmal, Kabah, Chichén Itzá y Tikal, entre otras ciudades que crecieron y decayeron por diversas circunstancias, aún no explicadas del todo.

Estos centros poblacionales vivieron un importante desarrollo social, político, religioso y legal, estaban mejor organizados y contaban con gobiernos teocráticos; se le considera a este horizonte como el de mayor esplendor de las culturas mesoamericanas en cuanto a avances científicos, culturales, artísticos o estéticos, sociales y económicos.
En este periodo, Teotihuacán alcanzó un gran desarrollo e influencia entre otros pueblos, pero también vivió su decadencia y desaparición, muy probablemente por conflictos internos o por invasiones de otros pueblos.
El horizonte posclásico, abarca del año 900 al 1521 d.C., fecha de la caída de Tenochtitlán, capital del imperio Mexica, se produjeron fuertes cambios en las culturas existentes por la invasión de pueblos nómadas procedentes del norte de México, que conquistaron y adoptaron los conocimientos de los pueblos anteriores.
Entre las principales culturas que se desarrollaron en esta época destacan los Toltecas y los Mexicas, quienes se asentaron en la región central del país, en la zona del altiplano.
El reino Tolteca, que alcanzó su máximo esplendor en la zona de Tula, Hidalgo, abarcaba una franja que se extendía desde Tollan hasta Cholula, comprendiendo Teotihuacán (ya en decadencia) y estaba rodeado por los Chichimecas, asentados en el Valle de México y por las tribus Otomíes y Tarascas.
La desaparición del imperio Tolteca originó el establecimiento en el Valle de México de muchos pueblos independientes, que lucharon unos contra otros por dominar el territorio. El dominio se reflejaba en la imposición de tributos, es decir, que el pueblo dominante imponía a los vencidos el cobro en especie de determinados artículos de acuerdo con sus actividades económicas. Estos tributos podían ser productos agrícolas como maíz y cacao, o bien pieles de animales, joyas, oro, obsidiana, armas, escudos, plumas de quetzal y telas, entre otros.
Las tribus liberadas del tributo iban en busca de una nueva y mejor forma de vida. Entre esos pueblos se encontraban Xochimilcas, Chalcas, Alcolúas (que fundaron Texcoco) y Tepanecas que fundaron Azcapotzalco.
Durante su etapa nómada, cuyo comienzo se remonta al siglo IX, el gobierno de los Mexicas era teocrático. Cuenta la leyenda que sus sacerdotes, como voceros de Huitzilopochtli los guiaron durante 500 años hasta encontrar el lugar prometido para
fijar su residencia definitiva: Tenochtitlán que fue fundada en el año 1325.
Las principales características: espaciales, temporales, sociales, políticas, económicas, religiosas y culturales de las sociedades del México Antiguo
Oasisamérica
Como se mencionó anteriormente, esta zona se ubicaba en el suroeste de lo que hoy son los Estados Unidos y el norte de México. Entre los pueblos ahí asentados destacaron los siguientes:
Trincheras
Se les conoce así por dos razones: porque sus habitantes acondicionaron algunos montes de origen volcánico con muros o terrazas donde vivir y a estas elevaciones se les conoce como cerro de trincheras; o bien, algunos historiadores los nombran así porque descubrieron la fabricación de un cierto tipo de cerámica conocida como cerámica trinchera lisa, púrpura sobre café o púrpura sobre color rojo.
Esta cultura se desarrolló entre los siglos IX y XIV de nuestra era, en buena parte del territorio del actual estado de Sonora. Algunos de sus pobladores se movieron cerca de los ríos conocidos como Magdalena, Altar y Concepción, unos por la zona costera y otros en la zona interior, alejados de los ríos, prácticamente en el desierto.

Aunque hay pocos elementos para identificar la evolución de la cultura de Trincheras, los arqueólogos han encontrado vasijas, pipas, cerámicas y conchas; sostuvieron actividad comercial con algunos pueblos vecinos como Paquimé y Hohokam.
La cultura de Trincheras siguió presente hasta el siglo XIV de nuestra era, ya que cuando los españoles llegaron a la zona de Sonora, esta región era habitada por los pimas.
Hohokam
Esta cultura se desarrolló en el área que hoy ocupan Arizona en Estados Unidos y una parte de Sonora y Chihuahua en México, desde el año 2200 a.C. aproximadamente, hasta 1450 d.C. Según los especialistas, su nombre proviene del pápago y significa los que se fueron.

Los ríos Gila y Salado, que corren en el desierto, fueron el principal recurso para el desarrollo de esta cultura. Construyeron canales y presas de riego, desarrollaron la agricultura, produciendo algunas variedades de algodón, tabaco, maíz, frijol, pitahayas y magueyes, que combinaron con la caza y recolección de frutos. La agricultura los volvió sedentarios.
Hay evidencias de que tuvieron contacto con algunas culturas mesoamericanas como la teotihuacana, incorporaron el juego de pelota y montículos ceremoniales con plataformas escalonadas (símbolos que plasmaron en su cerámica).
Sus poblados eran muy parecidos a las actuales rancherías y se organizaban en torno a pozos de agua y núcleos de tierra de uso común para la producción agrícola. Se sabe que emplearon hornos de tierra para la preparación de sus alimentos.
Hay vestigios de sitios arqueológicos cerca del valle del río Gila y algunas partes del desierto de Sonora. Algunos historiadores creen que fueron los antepasados de los pimas y pápagos, que hoy viven en algunas partes de Arizona y Sonora.
Para el 1550 d.C. la cultura Hohokam ya se había extinguido, desconociéndose las causas, aunque se asocian a una disminución de su producción agrícola por el agotamiento del agua debido a cambios climatológicos, ocasionando conflictos
sociales e inestabilidad política.
Aridoamérica
Como recordarás, esta área geográfica se extiende del norte de México al suroeste de los Estados Unidos. Se caracteriza por un clima desértico con zonas áridas y semiáridas; los grupos humanos que habitaron ahí subsistían de la caza de animales y la recolección de frutos.
Paquimé
La mayoría de los sitios arqueológicos existentes en nuestro país se caracterizan por tener construcciones en forma de pirámide, juegos de pelota, tumbas, grandes esculturas de piedra, cabezas de serpiente, palacios, etc. A diferencia de ellas, Pa-quimé tuvo un desarrollo totalmente diferente, cuyo asentamiento principal se dio en la zona de Casas Grandes, estado de Chihuahua, donde fundaron una villa con casas de adobe subterráneas y circulares e iniciaron la práctica de la agricultura.
Se cree que esta cultura tuvo su origen en las migraciones de pobladores de la región de Mogollón, quienes se trasladaron del suroeste de los Estados Unidos (hoy Nuevo México) hasta la región de Casas Grandes, Chihuahua, alrededor del siglo
VII.
A mediados del siglo XII, se vivió una expansión territorial y cultural muy importante. Las casas subterráneas fueron sustituidas por una arquitectura más elaborada, hechas de adobe y sobre el piso, con un diseño complejo que contenía plataformas o montículos, espacios para el juego de pelota, sistemas de distribución de agua y habitaciones para resguardar animales como aves (guacamayas), tortugas, así como el uso de conchas y cobre.
Al igual que en la cultura Hohokam, en Paquimé también tuvo influencia en algunas culturas procedentes de Mesoamérica. Alcanzó su máximo esplendor durante el siglo XIV y principios del XV, llegando a tener una población cercana a los 10 mil habitan-tes, y un gran centro cultural.
Los arqueólogos consideran que este sitio (apenas un 20% del total por descubrir), abarcaba cerca de 2 mil cuartos o habitaciones, algunas de las cuales llegaron a tener hasta tres pisos. Sus divisiones interiores se han denominado: casa de los hornos, porque contaban con hoyos en su interior, que se cree usaban para cocer la bebida del agave; y casa de las serpientes, con habitaciones sencillas, vestíbulos y plazas.
Apachería
Este nombre se ha utilizado de manera general para nombrar a diversos grupos indígenas con características culturales similares que habitaron –y aún habitan- en los estados de Texas, Arizona, Nuevo México, Colorado y Oklahoma en Estados Unidos, así como en el norte de Chihuahua, Sonora y Coahuila, en México.

Eran nómadas, pescadores, cazadores y agricultores, esta última actividad se cree que la desarrollaron gracias al con-tacto que tuvieron con la cultura donde habitaban los anasazis, que cosechaban el maíz. Hablaban un conjunto de lenguas athabascanas muy relaciona-das con algunas lenguas antiguas provenientes de Alaska y Canadá. Vivían en pequeños grupos familiares, utilizando los famosos tipis, hechas de pieles de animales, esto es, tiendas movibles en forma triangular, donde se resguardaban del frío.
Se cree que el término apache proviene del zuñi apachu que significa enemigo y que cambió a apache por la traducción que le dieron los españoles al conocerlos.
Formaban grupos de varias familias con clara ascendencia matriarcal. A la llegada de los españoles, los apaches ya se habían establecido en el suroeste de Estados Unidos y constituían una tribu poderosa y guerrera, que entró en continua lucha contra los conquistadores.
Mesoamérica
Olmecas
Se le considera la cultura madre de Mesoamérica por haber sido la primera civilización establecida que influyó en el surgimiento de otras culturas. Se desarrolló en la zona del Golfo de México entre los años 1,200 al 400 a.C. en lo que hoy son los estados de Veracruz y Tabasco. Se sabe que su influencia se extendió hasta Chiapas, El Salvador, Oaxaca, Guerrero y Morelos.
La palabra olmeca significa en náhuatl gente del país del hule, porque en esa región se extraía de los árboles cierto material elástico, como caucho, utilizado para la fabricación de pelotas de hule, que usaban en ceremonias y en el juego de pelota.

Era una sociedad pacífica, jerarquizada, autoritaria y teocrática que destacó por un importante desarrollo comercial, artesanal y escultórico. Se ha conocido que los olmecas desarrollaron una escritura jeroglífica entre el 900 y el 650 a.C. y fueron los iniciadores del juego de pelota.
Aunque sus principales ciudades como Tres Zapotes, la Venta, Laguna de los Cerros y San Lorenzo Tenochtitlán, mantenían relaciones entre sí, no se puede hablar de un imperio Olmeca.
La más antigua de esas ciudades fue San Lorenzo. Sus pobladores se asentaron en una zona de llanuras abundantes en agua, lo que les permitió convertirse en grandes productores agrícolas, principalmente de maíz. Tiempo después esta ciudad desapareció y sus habitantes migraron hacia la zona de La Venta –entre el 900 y el 400 a.C.- muy probablemente por cambios climatológicos que afectaron el cauce de los ríos y por los consecuentes problemas sociales.
La Venta fue un centro ceremonial muy importante con pirámides y otros monumentos religiosos, hasta alrededor del año 400 a.C.
Casi al mismo tiempo que La Venta, surgió la ciudad de Tres Zapotes cuyo auge duró hasta cerca del año 200 a.C., cuando la cultura olmeca ya se había extinguido.
En estas tres ciudades fueron encontradas cabezas monumentales talladas en piedra, que se cree representan a algunos de sus gobernantes y distinguen a la cultura olmeca.
Zapotecas
Surgió entre los años de 1500 y 1440 a.C. en los valles centrales de Oaxaca. Sus primeros pobladores fundaron pequeñas aldeas cerca de los márgenes de los ríos Salado y Atoyac.
Aunque su primer gran asentamiento se ubicó en el valle de Etla, Monte Albán fue la ciudad más grande e importante de los zapotecas. Sus pirámides y monumentos son imponentes, en un área amplia sobre una montaña, a 400 metros sobre el nivel del mar.
Monte Albán fue una ciudad bien planificada, con grandes espacios para ceremonias, juego de pelota, separación de viviendas y tumbas. Como muchas de las culturas prehispánicas, la sociedad zapoteca desarrolló una estratificación social donde los sacerdotes y gobernantes se situaban entre las clases altas, junto con los guerreros y los gobernantes, mientras que en el nivel inferior se encontraban los campesinos y artesanos.
Los sacerdotes zapotecas se dedicaron a la astronomía y desarrollaron dos calendarios: uno para la celebración de ritos, con 260 días y otro civil, de 365 días. Uno de los edificios en Monte Albán, conocido como el observatorio, nos habla de la importancia que dieron los zapotecas al estudio del cosmos.
Alrededor del año 800 d.C. comenzó la decadencia de Monte Albán.
La desaparición de los zapotecas de Monte Albán permitió que otras culturas vecinas se fortalecieran aunque ninguna alcanzó a controlar a los pueblos asentados en los valles de Oaxaca. Los nuevos pueblos se mantuvieron independientes y tenían relaciones comerciales.
Entre ellos, se encontraban Mitla, Zaachila, Lambityeco y Huijazoo. De estos pueblos, Mitla destacó como centro religioso importante en la región. También fue una ciudad zapoteca, asentada en el Valle de Tlacolula. Sobresalen sus edificios decorados con base en mosaicos de piedra, tableros y grecas en las paredes.
Estas ciudades se enfrentaron con otros pueblos como los mixtecos por el dominio de las tierras de labor y la imposición de los tributos. Finalmente los mixtecos, lograron obtener cierto control sobre los pueblos vecinos, desde el pueblo de Cuilapam.
Mixtecas
Es uno de los pueblos más antiguos de Mesoamérica, se desarrolló en la región montañosa de los estados de Puebla, Oaxaca y Guerrero. Hubo presencia humana en la región de la Mixteca desde hace 5,000 años, solo después del desarrollo de la agricultura, inició el proceso que dio origen a la cultura mixteca.
Los mixtecos compartieron rasgos culturales con los zapotecas, que eran sus vecinos. Ambos pueblos se denominaban como gente o pueblo de la lluvia o de la nube.
Los mixtecos, ubicados en las márgenes de los ríos fueron grandes agricultores e intercambiaban productos del campo con otros señoríos que les ofrecían sal, cacao, grana cochinilla, frutas, plumas, oro, plata, amate y cerámica. Gracias a este intercambio comercial desarrollaron habilidades para la elaboración de piezas como collares, anillos y aretes, utilizando piedras y plumas preciosas.
Mayas
La cultura maya sobrevivió los tres horizontes históricos del México Antiguo; surgió alrededor del año 2,000 a.C. y duró hasta la llegada de los españoles (1521 d.C.) periodo en el cual gobernaba el tercer imperio maya.
Es una de las civilizaciones prehispánicas más asombrosas, porque:
- Formó una confederación de ciudades-estado gobernadas por un jefe maya llamado Halach Uinik, unidas por la lengua y la cultura.
- Sus ciudades albergaron un gran número de pobladores, entre las que destacan Uxmal, Chichén Itzá, Tikal y Palenque.
- Su influencia se extendió desde el sur y sureste de México en los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y parte de Chiapas hasta Honduras, Guatemala y El Salvador.
- Se calcula que su territorio alcanzó una extensión de cerca de 350 mil kilómetros cuadrados.

- Su organización social era rígida, piramidal y estaba dividida en tres clases sociales: en la parte alta, se encontraban los sacerdotes, guerreros y gobernantes; en la parte media los artesanos y campesinos, quienes aportaban mano de obra para las construcciones, producían alimentos para las ciudades, objetos de trabajo y utensilios; en la parte baja los esclavos, que en su mayoría eran prisioneros de guerra.
- Desarrollaron la escritura, alcanzaron un alto nivel en matemáticas, incluido el número cero (0) y desarrollaron un calendario muy preciso. Fueron grandes astrónomos, conocían los movimientos de la luna y los planetas, sin contar con telescopios. Midieron el año solar con gran precisión, mayor incluso al desarrollado en Europa en esa época.
- Fueron grandes constructores y se destacaron por sus pirámides. Adoraban a muchos dioses, a quienes asociaban con los distintos elementos de la naturaleza. Practicaron los sacrificios humanos y de animales, para renovar y fortalecer las relaciones con sus dioses.
- Desarrollaron la medicina, como combinación de magia y ciencia, con herbolarios, hueseros y parteras.
- Contaron con un sistema de justicia muy severo, donde el juez maya o Batab decidía la pena en forma definitiva. Por ejemplo, en caso de homicidio se podía aplicar la esclavitud.
Teotihuacanos
Se desconoce el origen de los habitantes de esta cultura. Se desarrolló en el valle de México poco después de que la civilización olmeca desapareciera, alrededor del siglo I a.C. y alcanzó su esplendor entre los siglos V y VIII d.C. El nombre de Teotihuacán fue dado por los aztecas y significa en náhuatl: lugar donde los hombres se convierten en dioses.
Teotihuacán fue uno de los centros religiosos, culturales y económicos más importantes de Mesoamérica.
Su crecimiento e influencia fue tan grande, que algunos historiadores afirman que llegó a tener más de 125 mil habitantes durante los siglos V y VI d.C. convirtiéndose en la primera gran urbe o zona metropolitana del México Antiguo y probablemente fue una de las ciudades más grandes del mundo entonces conocido.
Es una ciudad perfectamente planeada, con más de 2 mil estructuras, amplias avenidas y dos grandes pirámides: del Sol y de la Luna. Cuando los aztecas llegaron a este sitio, al alrededor del 1320 d.C. lo ocuparon como centro de peregrinación religioso.

Los teotihuacanos basaban su economía en la agricultura. Desarrollaron sistemas de riego que les permitió producir en grandes cantidades maíz, frijol, amaranto, tomates y calabazas, entre otros productos. Complementaban su alimentación con la caza de animales como el ciervo de cola blanca, conejos y aves. Domesticaron el perro y el guajolote.
Teotihuacán alcanzó un gran desarrollo económico gracias a la explotación de depósitos de obsidiana, que comercializaron con muchos pueblos, incluso lejanos. Se han encontrado cerámicas y herramientas de obsidiana teotihuacanas en la zona maya de Guatemala, en el norte de México y en la costa del Golfo de México.
El tipo de construcciones, templos y vestigios encontrados confirman que la sociedad teotihuacana vivió bajo un régimen teocrático. Su divinidad más importante era Quetzalcóatl (la serpiente emplumada), que aparece en numerosos monumentos,
además de Tláloc, dios de la lluvia.
Hacia el año 700 d.C. la ciudad entró en decadencia hasta que finalmente fue abandonada. Se cree que incrementaron las guerras con los pueblos vecinos, lo que los obligó a migrar; o bien, que la gran cantidad de habitantes provocó el agotamiento de los recursos naturales, por lo que sus habitantes tuvieron que migrar hacia otras zonas del centro de México.
Ixtlán del Río
Establecida entre los estados de Michoacán, Jalisco, Colima, Sinaloa y Nayarit. Su primera etapa de desarrollo se dio entre el año 300 a.C. y hasta el 600 d.C.
En Nayarit se encontraron vestigios de construcciones religiosas conocidas como Tumbas de Tiro, colocadas en cinco grandes áreas y que contenían restos óseos y ofrendas –cerámica, figuras talladas- que sus habitantes depositaban al interior de las cámaras fúnebres.
Hacia el siglo VI d.C. sus habitantes abandonaron la tradición de las tumbas y se ampliaron por la región conocida como Aztlán. Los asentamientos urbanos crecieron y la ciudad vivió su apogeo entre los años 750 y 1100 d.C.
En el siglo XII d.C. fue fundado el pueblo de Los Toriles por tribus nahuatlacas, en su paso hacia el valle de México.
Se cree que de esas tribus surgieron los aztecas o mexicas que algunos siglos después fundaron la ciudad de Tenochtitlán. Ese sitio adquirió importancia como centro de manufactura de obsidiana e intercambio comercial.
Toltecas
La población nahoa -que vivía en islas y lagos en el centro del país- descendía de múltiples pueblos y tribus. Entre ellos destacan los Toltecas, que arribaron del norte de la región central en el 544 d.C. y se establecieron en Tolantzinco (lugar detrás de los tules) entre el 900 y el 1100 d.C. fundaron la ciudad de Tula, en el actual estado de Hidalgo.
Se dice que físicamente eran altos y fornidos, de facciones finas. Sus principales actividades eran la agricultura, la explotación del oro y la plata, así como el tallado de piedras preciosas. La mayoría de los pueblos mesoamericanos, adoraban a muchos dioses; entre los más destacados:
- Quetzalcóatl, representado en forma de serpiente emplumada, dios del conocimiento, la cultura, la filosofía y la fertilidad.
- Tezcatlipoca, deidad opuesta a Quetzalcóatl, representaba una función destructora de las cosas y se le asociaba con la guerra.
En cuanto a su organización política, en un principio tenían un gobierno sacerdotal o teocrático, que después sustituyeron por la monarquía militarizada o guerrera. Además de dedicarse a la agricultura, la sociedad tolteca era guerrera, por lo que ejercieron su dominio sobre varios pueblos a los que les impusieron tributos.
Algunos historiadores señalan que el reino tolteca fue el primer imperio de Mesoamérica. En su momento de esplendor llegó a abarcar una zona que se extendía desde Tollan (Hidalgo) hasta Cholula en Puebla.
Se dice que Tula alcanzó a tener una población cercana a los 60 mil habitantes. En ella destacan las imponentes figuras de piedra denominados
Atlantes de Tula, que tienen una altura de 4.5 metros y son representaciones de los guerreros toltecas.

Huastecos
Se cree que esta cultura se desprendió tempranamente de la Maya, alrededor del año 2000 a.C. y conservó parte de esa lengua, gracias a la cual comercializó con éxito en esa época.
Esta cultura se fundó en la región Huasteca entre los años 1500 y 900 a.C. Tuvieron presencia en los estados de Hidalgo, San Luis Potosí, el norte de Veracruz y sobre todo Tamaulipas, a lo largo del río Pánuco y en la costa del Golfo de México.
Se dice que fueron grandes artesanos y que fabricaron objetos como vasijas, esculturas y gargantillas empleando conchas de mar, además desarrollaron habilidades musicales que eran admiradas por otros pueblos mesoamericanos.
También alcanzaron un importante desarrollo en la construcción de templos, con pirámides escalonadas y aunque su arquitectura era muy simple, llamaba la atención que en ella establecían un piso circular con sus esquinas redondeadas.
Si bien su principal centro cultural fue Tamuín, también se han encontrado restos arqueológicos en sitios como Tamtoc, donde se hallaron estructuras circulares, probablemente dedicadas al dios Quetzalcóatl.
Cuando se enfrentaron con los aztecas, alrededor del 1450 d.C. fueron derrotados y obligados a pagar tributo. Pese a ello, mantuvieron un autogobierno a nivel local.
Totonacas
Esta cultura cuyo nombre significa tres corazones, se desarrolló en la parte central del estado de Veracruz. Tuvieron una
gran influencia en un área que abarcaba desde el río Papaloapan, algunas regiones de Oaxaca, el norte de Puebla, Perote y Papantla en Veracruz hasta el río Cazones.
Varias culturas influyeron en la evolución de los totonacas. Se cree que tomaron conocimientos de los olmecas y toltecas en el tallado de la piedra. De los mayas adoptaron algunos rasgos de su lengua y se cree que se desprendieron de los huastecos en su peregrinar hacia el norte del Golfo.
La abundancia de agua les permitió dedicarse a la agricultura y producir maíz, frijol, chile y algodón, además de comercializar objetos tallados en piedra.
Construyeron centros ceremoniales extraordinarios como El Tajín, Yohualichan, Nepatecuhtlán, Las Higueras, Nopiloa y el Zapotal, que en conjunto forman la zona conocida como Totonacapan.
El Tajín fue el principal centro urbano y religioso de la cultura totonaca y alcanzó su máximo esplendor entre el 300 y el 1200 d.C. De las construcciones realizadas por los totonacas, la pirámide de los nichos en El Tajín es la más impresionante, pues cuenta con 365 ventanas que se dice representan los días del año.

Fue una sociedad politeísta, (creen en muchos dioses) entre los que destacan: Quetzalcóatl, Chicomecoatl (dios de la fertilidad), Centeotl (dios del maíz), Xochipilli (dios de las flores) y se regían por un gobierno teocrático.
Purépechas
Esta cultura se desarrolló dentro del horizonte posclásico, alrededor del año 1200 d.C. y hasta 1521. Sus habitantes se asentaron en el actual estado de Michoacán, aunque también tuvieron presencia en algunas zonas de Guanajuato y Jalisco. Se dice que fue el segundo imperio más importante en Mesoamérica.
Hacia el 1325 establecieron su dominio en Pátzcuaro, pero a la muerte de su gobernante Tariácuri, el reino fue dividido en tres señoríos: Ihuatzio, Tzintzuntzan y Pátzcuaro. La ciudad de Tzintzuntzan, cuyo nombre significa “lugar de los colibríes” destacó por su arquitectura conocida como yácatas, esto es, pirámides escalonadas en forma de T.
Fue un pueblo dedicado a la agricultura, como la mayoría de los pueblo mesoamericanos. Sembraban el maíz, aguacate, calabaza y chile; también desarrollaron la pesca y la caza. Donde más destacaron fue en el trabajo de los metales. Este pueblo prehispánico fue el único que utilizó el cobre para fabricar herramientas para actividades agrícolas; joyería y armas de guerra.
Mexicas
Se dice que las tribus peregrinaban en busca de una nueva y mejor forma de vida. Entre esos pueblos se encontraban los xochimilcas, chalcas, alcolúas (que fundaron Texcoco) y los tepanecas que fundaron Azcapotzalco.
Entre los pueblos chichimecas se encontraban los aztecas (oriundos de Aztlán, hoy las costas de Na-yarit), a los que también se les denominaba mexicas, debido a que su principal deidad Huitzilopochtli -coli-brí siniestro- se llamaba Mexi.
Narra la leyenda que este pueblo inició una larga peregrinación durante cerca de 500 años, -cuyo comienzo se remonta al siglo IX-, guiados por sus sacerdotes, como voceros de Huitzilopochtli, hasta que encontraron la señal prometida: un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente. En ese lugar (islote del lago de Texcoco) establecieron su residencia y le llamaron Tenochtitlán, en honor a su jefe guerrero Tenoch. Esto sucedió alrededor del año 1325.
Ya establecidos, abandonaron el gobierno teocrático y eligieron como rey a Huitzilíhuitl. Su primer gobierno estuvo depositado en la nobleza y sacerdotes. Este régimen aristocrático-teocrático fue sustituido por la forma monárquica-electiva.
Después de dos generaciones, cayeron bajo la influencia de la tradición tolteca. En 1373, Acamapichtli se convirtió en tlatoani o rey, debido a un acercamiento con los toltecas refugiados en Culhuacán.
El emperador (Huey Tlatoani) era considerado de origen divino y contaba con mucho poder en la sociedad azteca; sin embargo, no era absoluto, sino que estaba limitado por una especie de poder judicial, representado por un magistrado
supremo con jurisdicción definitiva. Hay historiadores que sostienen que el rey o señor estaba controlado por una especie de aristocracia, que formaba un consejo real denominado Tlatocan. Debido a que la fundación de este importante pueblo se basa en una leyenda, cabe destacar que no se registra bajo el rigor de la historia como ciencia, sin embargo, es valioso considerar que fue uno de los pueblos más destacados durante el Posclásico.
Durante varias generaciones, los aztecas vivieron tranquilos en Chapultepec; sin embargo, posteriormente se trasladaron hacia Texcoco y trabajaron como mercenarios del rey Tezozomoc en Azcapotzalco.
Después de la muerte de Tezozomoc en 1426, los aztecas tomaron la iniciativa para constituir una Triple Alianza junto con Texcoco y Tlacopan (Tacuba), derrotando así a Azcapotzalco.

A partir de ese momento, los aztecas comenzaron a someter a los demás pueblos de forma natural, sin intención de unificar a los pueblos. La única vinculación entre los aztecas y los demás pueblos era el tributo. Así extendieron sus dominios hasta Oaxaca, Veracruz y Guerrero, sin lograr imponerse a los tlaxcaltecas, huejotzincas y purépechas.
Los historiadores afirman que hacia el año 1500 el altiplano central tenía entre 3 y 4 millones de habitantes y la capital azteca contaba con unos 300 mil habitantes, consolidándose como la ciudad más grande del mundo entonces conocido.
En cuanto a su organización política, el imperio azteca permitió a los pueblos subordinados mantener su propia forma de gobierno; lo importante para ellos era que aportaran su tributo.
En una primera etapa, se organizaron en clanes (calpulli, terrenos comunales que correspondían a cada clan, grupos de familias emparentadas entre sí). Los calpulli tenían sus propios dioses, formaban unidades militares y todo era propiedad de la comunidad.
Estaban sometidos a un líder militar, el Tenoch, asistido por nueve jefes, representantes de los nueve clanes existentes al momento de la fundación de Tenochtitlán.
Políticamente el desarrollo del pueblo mexica fue organizado en este orden de emperadores, quienes influyeron en distintos momentos de crecimiento y expansión del imperio:
- Acamapichitli (1376–1395)
- Huitzilíhuitl (1395–1417)
- Chimalpopoca (1417–1427)
- Itzcóatl (1427-1440)
- Moctezuma Ilhuicamina (1440-1469)
- Axayacatl (1469-1481)
- Tízoc (1481-1486)
- Ahuizotl (1486-1502).
- Moctezuma II (1502-1520).
- Cuitláhuac (1520).
- Cuauhtémoc (1520-1521), último emperador azteca.
Los mexicas eran politeístas y estaban convencidos de que al no ofrecer sacrificios al dios sol, éste podía dejar de funcionar. Entre sus deidades más importantes se encontraban:
- Quetzalcóatl, el dios más venerado, representado por una serpiente emplumada.
- Huitzilopochtli o Tezcatlipoca, dios de la guerra.
- Tláloc, dios de la lluvia.
Fuente: Secretaría de Educación Pública. (2015). Historia de México. Ciudad de México.
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