Proceso comunicativo
Todos los días estás en constante cambio y transformación porque te relacionas con las personas y de ellas adquieres conocimientos, hábitos, maneras de comportarte y hasta formas de ser.
Esto no sería posible si entre esa gente y tú no existiera la comunicación. La palabra comunicación proviene del latín communicare, que significa «poner en común». La comunicación se define como un proceso a través del cual el ser humano es capaz de compartir –o poner en común– significados, sentimientos, información y sucesos de su vida cotidiana.
Para que el proceso de la comunicación se cumpla, es necesario responder las preguntas: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?

Elementos del proceso comunicativo
El proceso de comunicación tiene algunos elementos fundamentales para llevarse a cabo en su totalidad y cumplir su función primordial: recibir una respuesta. A continuación se señalan los elementos que favorecen la comunicación:
Participantes: individuos que asumen los roles de emisor (quien transmite información, codificando el mensaje) y receptor (quien recibe la información y la decodifica, es decir, interpreta los mensajes o comportamientos que le son transmitidos).
Mensaje: conjunto de sonidos, palabras, comportamientos, símbolos e ideas, transmitidos de manera verbal y no verbal para adquirir significados dentro de la comunicación, es decir; todo lo que se transmite durante el proceso comunicativo.
Canal: medio por el que se transmite el mensaje. Puede ser natural (el habla) o artificial (medios de comunicación).
Contexto: ambiente en el que se desarrolla la comunicación, es decir, todo lo que rodea al proceso. El contexto comprende no sólo el ambiente externo, sino todas las cuestiones psicológicas, culturales, históricas y sociales que rodean a la comunicación. Los tipos de contexto son:
- Físico: involucra todos los aspectos externos en los que se da la comunicación. Puede ser el clima, la iluminación, la cercanía o lejanía con alguna persona, el ruido que se produce en la calle o salón de clase, entre otros.
- Psicológico: aquellos pensamientos, sentimientos y emociones que llevamos dentro cuando se desarrolla el proceso de comunicación. Por ejemplo, en un velorio, el ambiente psicológico que existe es de tristeza o melancolía.
- Social: se refiere a las relaciones que tenemos con las personas involucradas en el proceso de comunicación. La manera en la que te comunicas con tus papás y tus amigos de clase es diferente, por el contexto social (o la relación) que existe entre estas personas y tú.
- Histórico: antecedentes o sucesos que preceden al proceso de comunicación.
- Cultural: comprende los valores, actitudes, creencias, orientaciones y suposiciones que prevalecen en una sociedad (Samovar, Porter y McDaniel, 2007: 20).
Ruido: impedimentos que interfieren los procesos de comunicación e impiden que llegue una respuesta adecuada al emisor del mensaje. Hay tres tipos de ruido: físico, que involucra el tono de voz, miradas, ademanes, sonidos; psicológico, incluye distracciones, pensamientos, emociones; finalmente, el ruido semántico, que se refiere a los símbolos que no comparte el emisor y dificultan la comunicación.
Retroalimentación: respuestas que se emiten durante o al final del proceso de comunicación e indican si el mensaje ha sido entendido o interpretado de la manera en la que deseaba el emisor. Gracias a ésta, queda de manifiesto que el emisor cumplió correctamente su función y el receptor decodificó de manera adecuada la información.
Código: lenguaje que empleamos para comunicarnos. En la medida en que nosotros codifiquemos (creemos un código) y decodifiquemos (interpretemos o comprendamos el código enviado) se dará de forma positiva la retroalimentación.
Hacia un modelo del proceso de comunicación
Nuestra vida sin palabras probablemente te lleve a imaginar los movimientos de hombres y mujeres que van y vienen realizando alguna tarea, haciendo gestos, indicando objetos, señalando lugares o emitiendo sonidos, como en las escenas de películas mudas. Sin palabras estaríamos vivos, pero nuestra vida sería muy diferente. Le faltaría lo que nos distingue de todas las criaturas: la posibilidad de expresar con exactitud lo que somos y queremos, de formular pensamientos, comunicar ideas, inventar historias, componer poemas, entablar diálogos.
En efecto, desde que nacemos –y aun antes de que esto suceda– nuestra existencia es un continuo intercambio de mensajes, primero inconscientes, más tarde razonados, que pretenden establecer comunicación con el mundo que nos rodea.
En épocas primitivas, antes de que el hombre poseyera un instrumento preciso y adecuado para comunicarse, el proceso de comunicación –como ocurre con los bebés– debió haberse dado mediante el empleo de los escasos recursos a su disposición: llanto, gritos, gestos, movimientos corporales, etc.
Como puede suponerse, los mensajes transmitidos mediante este sistema tan limitado no podían ser muy complejos ni siempre se interpretaban adecuadamente.
Esquema del proceso comunicativo
Revisa la siguiente figura sobre los principales elementos del proceso de comunicación.

Resumiendo: los elementos que articulan la comunicación son:
- El emisor: se le conoce como el destinador, quien origina y codifica el mensaje.
- El mensaje: se refiere a la información que se transmite durante el proceso comunicativo.
- El código: lenguaje que empleamos para comunicarnos.
- El receptor: se denomina como el destinatario, quien recibe y decodifica el mensaje.
- El canal: medio o vehículo que se utiliza para transmitir el mensaje. Puede ser natural o artificial (voz, papel, aire, mímica, cable telefónico, etc.).
- El ruido: interferencia no prevista que impide una clara comunicación del mensaje.
- El contexto: se refiere al ambiente en el que se desarrolla la comunicación, es decir, todo lo que rodea al proceso.
Intención comunicativa
Probablemente has escuchado que la comunicación es inherente al ser humano, esto quiere decir que es parte de su proceso natural de sobrevivencia y socialización. Pero toda comunicación debe tener un objetivo, es decir, no sólo se trata de hablar por hablar, sino que dentro de tu conversación debes provocar una respuesta, de tal manera que logres el propósito que buscabas al comunicarte. Cuando envías un mensaje, tienes una intención. Entre más claridad tengas al expresarte, tu intención comunicativa se verá cumplida en mayor medida.
Las sociedades humanas han progresado en gran medida gracias a la comunicación, entendida como un conjunto de actos que realizan los individuos para establecer contactos y poder transmitir, recibir e interpretar todo tipo de informaciones. Los mensajes que emite el emisor al receptor se expresan con distintos propósitos o intenciones comunicativas (referir, informar, convencer, ordenar, emocionar, sensibilizar, comunicar, expresar, suplicar, etc.) las cuales están determinadas por alguno de los elementos que intervienen en el proceso de la comunicación y están vinculadas con las funciones de la lengua que veremos más adelante.
Funciones del lenguaje
El lenguaje es el código más importante y preciso en la comunicación humana. Tiene su origen en la facultad exclusiva de los hombres para utilizar sonidos articulados (signos orales), sus representaciones gráficas (signos escritos en grafías) como medio de comunicación y las imágenes mentales de sonidos articulados que son instrumento del pensamiento de cada individuo. Es decir, el emisor (enunciador o hablante) transforma su pensamiento en lenguaje, expresándolo por medio de signos que el receptor (enunciatario u oyente) comprende cuando, a su vez, los transforma en pensamiento. Los términos lenguaje, lengua y habla que utilizamos frecuentemente para designar el mismo concepto, en realidad se refieren a términos distintos:
- El lenguaje tiene carácter universal, porque es una facultad propia de todos los hombres de cualquier época y lugar. En pocas palabras, es todo sistema de comunicación humana.
- La lengua o idioma tiene carácter social, puesto que es un código oral, y a veces también escrito, creado y utilizado por los individuos de cada sociedad para comunicarse. En el mundo hay más de tres mil lenguas o idiomas.
- El habla tiene carácter individual, ya que es la forma en que cada persona utiliza la lengua al hablar o escribir en un momento y lugar determinados.
Aunque la lengua oral o hablada es la forma natural de comunicación humana, puesto que la empleamos continuamente al hablar con los demás y escucharlos, la lengua escrita ocupa un lugar destacadísimo en nuestra civilización, ya que la lectura y la escritura son técnicas fundamentales e imprescindibles de la cultura.
El hombre por naturaleza, necesita comunicar sus emociones, pensamientos, ideas, necesidades, miedos, sueños, entre otras cosas. Para ello es indispensable compartir un mismo lenguaje, que se define como el conjunto de signos lingüísticos que permiten la comunicación. Conocer las funciones del lenguaje va íntimamente ligado con el proceso comunicativo, ya que esto te permitirá dar a conocer información precisa, objetiva y clara.
El lenguaje tiene las siguientes funciones que le dan sentido y valor. Revísalas a continuación:

- Función apelativa o conativa: busca generar una reacción, una respuesta o la realización de una actividad por parte del receptor. Dicho de otra manera, el emisor intenta influir en el receptor para convencerlo de que piense o actúe de otra manera.
- Función metalingüística: se presenta cuando la lengua se utiliza para hablar de sí misma. Puede decirse que cuando no se puede decodificar la información referida en un proceso comunicativo, utilizas la misma lengua para hablar de ella.
- Función fática: se usa para que tanto el emisor como el receptor comprueben, de vez en cuando, que el canal de transmisión de la información, funciona bien. Sirve para iniciar, finalizar, detener o comprobar si el receptor ha comprendido el mensaje.
- Función referencial o denotativa: el proceso comunicativo se centra en el contexto (es decir, el ambiente que se da en la comunicación). El proceso busca ante todo informar con objetividad sobre la realidad, sobre un referente; es decir, pone de manifiesto a las cosas como son, sin emitir un juicio. Generalmente encontramos esta función en textos informativos y narrativos.
- Función expresiva o emotiva: se centra en el emisor, ya que el mensaje que produce hace referencia a lo que siente, a su yo más íntimo. La manera de llevar a cabo esta función es a través de las interjecciones y oraciones exclamativas.
- Función poética: en esta función, el acto de comunicarnos se centra en la estructura lingüística del mensaje, es decir, en la forma en cómo decimos las cosas, buscando producir un efecto en el destinatario (goce, emoción, etc.). Por ello, encontramos esta función en la poesía, las canciones y los cuentos, entre otros.
Fuente: Secretaría de Educación Pública. (2015). Taller de Lectura y Redacción I. Ciudad de México.
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