Preparatoria

Etapas del proceso de lectura y escritura

Introducción

El hombre, en un principio, adquirió conocimientos a través de la palabra, pero quiso que todo esto pudiera preservarse de una manera más efectiva. Con esta finalidad hacían pinturas rupestres que eran la representación de la vida de la sociedad de esa época. Gracias a esto, los seres humanos pudieron conocer los acontecimientos históricos, políticos y sociales que ocurrieron en el pasado.

Posteriormente, se facilitaron otros medios de preservación como los pictogramas, los ideogramas, los logogramas, los silabarios y finalmente, el alfabeto.

Al preservar el lenguaje escrito, el hombre ha podido conocer su historia y esto   ha traído grandes aportaciones a las sociedades de nuestro tiempo, además de cambiar, en muchas ocasiones, el rumbo de nuestra raza humana.

De lo anterior pueden precisarse las siguientes ideas:

  • Gracias a la escritura, el conocimiento perdura a través del tiempo.
  • Más personas pueden acceder a la información y entendimiento de una cultura o sociedad.
  • El conocimiento puede ponerse a prueba.

Breve historia de la escritura: soportes, materiales y técnicas de escritura

Revisa ahora algunos datos y hechos importantes que presenta Isabel Velázquez (s/f) en su texto Breve historia de la escritura: soportes, materiales, técnicas.

Los soportes inscritos

1. Arcilla, cerámica. En sentido estricto la escritura más antigua conocida es la cuneiforme sumeria del 3200 a.C. aproximadamente, conservada en tablillas  de arcilla. No obstante, algunos autores consideran que, aunque la escritura entendida como “un sistema de comunicación humana por medio de marcas visibles convencionales” remonta a estas tablillas, no pueden, sin embargo, dejar de considerarse precedentes de la misma.

2. Madera, tablillas de cera, corteza de árboles, huesos. La madera fue otro de los materiales usados con profusión desde tiempos remotos. Ya utilizada, al parecer, en época sumeria, tuvo un empleo considerable en Egipto, junto al papiro. Tenía la ventaja de ser más abundante, barata y fácil de preparar. Podía usarse para grabar mensajes sin estar protegida o preparada, como hoy puede hacerse, pero su uso no deja de ser pasajero en esos casos.

En Grecia y Roma las tablillas enceradas fueron el principal soporte de escritura, tanto para uso público como privado. Se conservan algunas de ellas que contienen textos literarios de algunos fabulistas, y son múltiples las referencias que pueden encontrarse, tanto en autores griegos, como latinos. Al igual que la madera,   los huesos de ballena, tortuga y otros animales diversos también aparecen en diferentes civilizaciones como soportes de escritura, aunque mayoritariamente se pinta en ellos, también los hay incisos, con muescas y signos en épocas prehistóricas en Europa, en las runas, o en civilizaciones como la maya y la azteca, en América.

3. Piedra y metales. La piedra es el material más consistente, no necesita preparación y es casi indestructible, salvo por la acción del propio hombre o    de desastres naturales. Es el soporte por excelencia de la epigrafía griega y, especialmente, de la romana. En piedra se grababan las inscripciones triunfales, votivas, sepulcrales, decretos, etc. Dentro de los diferentes soportes, el más apreciado y noble era el mármol, bien pulimentado, de múltiples variedades locales. En Roma, aunque escaso hasta finales de la época republicana, su  uso se incrementó en época imperial. Además del mármol, el granito, basalto y cualquier tipo piedra en general. Entre los metales, el bronce es, sin duda, el más importante; resultaba muy costoso y difícil de grabar, pero era muy apreciado para escribir documentos jurídicos como decretos, leyes, diplomas militares, leyes de patrocinio y hospitalidad, etc.; además tenía la ventaja sobre el mármol de su mayor movilidad.

La mayoría de los materiales antes mencionados sirven o han servido de soporte de escritura dibujada o pintada. La técnica para realizarla varía considerablemente, así como los instrumentos usados. En lugar de cincel y martillo para esculpir las letras, o instrumentos punzantes, estilos metálicos, puntas afiladas de piedra o metal, se usan pinceles fabricados con pelos de marta o ardilla, plumas de oca u otras aves, tintas diversas, fijadores de tinta, barnices. Las superficies no se inciden, rebajan o tallan, sino que se dibujan, pintan o imprime sobre ellas. Pero entre los diversos materiales que se pintan y no se inciden, tres son los fundamentales y de los que puede afirmarse que han transformado la historia de la escritura y, con ella, la historia de la cultura: papiro, pergamino y papel.

1. Papiro. Uno de los rasgos característicos de la cultura egipcia, junto con la escritura jeroglífica o el arte monumental de las pirámides es sin duda, el uso del papiro, una planta palustre de la familia de la ciperáceas (cyperus papyrus), que crecía abundantemente gracias al clima y carácter cenagosos del río Nilo en Egipto, así como en Siria, Etiopía y Palestina. Existía una gran variedad de calidades de papiro, según el grueso de las hojas, la textura, el mejor o peor acabado de cada fase de preparación.

2. Pergamino. Es la piel de un animal, generalmente ternera, cabra, oveja o carnero, tratada de forma especial para conseguir este soporte de escritura. El pergamino se obtiene a partir de la dermis de la piel del animal. Ésta se dejaba en remojo en agua durante un prolongado periodo, después se le daba una lechada de cal para eliminar la epidermis, evitar que se pudriera y facilitar la eliminación del vello, que se hacía a continuación; finalmente se raspaba el tejido subcutáneo. Una vez reducida la piel a una capa fina y limpia, se estiraba y tensaba sobre un bastidor, donde se goteaba, se raspaba con cuchillas de acero, pasando a continuación un trapo húmedo con agua y polvo calizo; esta operación se repetía varias veces. Una vez quitada la piel del bastidor, se apoyaba sobre un caballete y se volvía a rascar, ahora en seco, con cuchillas de cierta curvatura, para hacerla aún más fina y flexible, luego se pulía con piedra pómez.

3. Papel. La tradición atribuye el descubrimiento del papel a Tsi Lun, un oficial del emperador chino de la dinastía Han, en el año 105 d.C. La invención del papel triunfó definitivamente en China, desplazando a los habituales soportes como el bambú, la seda, la madera o el hueso. Este material, convertido en el soporte universal de la escritura, tardó, sin embargo, bastante tiempo en difundirse en Occidente. Al parecer los árabes lo copiaron a partir del 751 d.C., al descubrir entre los prisioneros de guerra, tras una victoria sobre los chinos cerca de Samarkanda, a algunos artesanos de la fabricación de papel. Pero hasta los siglos X y XI no empieza realmente a ser usado en Europa y, con todo, tardará en desplazar al pergamino.

Las etapas del proceso de lectura

Leer y escribir son dos habilidades que se complementan, puesto que una genera la motivación para el desarrollo de la otra. Gracias a los procesos de lectura y escritura podemos compartir aquello que pensamos y sobre todo, perpetuar nuestra historia y la de la comunidad en la que nos desarrollamos.

En la escritura y la lectura se realiza la codificación y la decodificación de los mensajes. Por un lado, creamos un código y emitimos ideas claras que pueden ser comprendidas por nuestro receptor (codificación) y por otro, interpretamos los mensajes que nos son transmitidos (decodificación) para darles una respuesta. Para comprender correctamente el mensaje escrito es importante llevar a cabo el proceso de lectura el cual consta de las siguientes etapas:

Prelectura

Esta actividad es previa a la lectura y consiste en identificar la información general que se localiza en el texto a través de la organización del contenido, de las gráficas presentadas, de los títulos o subtítulos que componen el texto, del tipo de letra que se emplea, entre otros. Gracias a la prelectura es posible hacer un primer esbozo del texto y comenzar a comprender la idea general del mismo. También puede identificarse lo que una persona puede esperar u obtener de la lectura y la posible aplicación de ésta a su experiencia.

Al buscar información sobre un tema para una tarea, por ejemplo, no es posible leer todos los textos, sino que se descartan los que por el título o algunas referencias se considera que no tienen relación con lo buscado. Aquí empieza el proceso de prelectura.

Es de suma importancia que antes de la lectura se realicen una serie de preguntas que proporcionen un panorama general de lo que se busca obtener. Asimismo, se puede leer un resumen del texto, para identificar las ideas que el autor resalta y lo que ofrecen a los intereses del lector.

Lectura

Esta etapa se realiza continuamente. Cuando alguien te envía una carta, cuando ves un anuncio o letrero en la calle, cuando quieres comprar algún producto; lees la información que aparece en los comerciales de televisión y los subtítulos de películas, o la publicidad impresa que está en tu comunidad cuando revisas información para realizar algún trabajo; cuando lees un libro, una revista o una historieta etc. Es una tarea muy importante para tu vida en sociedad. Ser lector es una de las obligaciones más nobles que tienes como estudiante, ya que la mayoría del conocimiento se transmite de manera escrita y, a través de esto, tus conocimientos se pueden incrementar.

Como estudiaste en el bloque I, la comunicación requiere de un emisor y un receptor pero también de la clara decodificación de un mensaje y de la retroalimentación. Cuando comunicas algo, tienes una intención o un objetivo y es fundamental que, al momento de realizar una lectura, también seas consciente de lo que quieres obtener al realizar la lectura.

El Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA; por sus siglas     en inglés), identifica tres tareas fundamentales al realizar una lectura: recuperar y localizar información en un texto, interpretar el texto (qué entiendes de la información que se presenta y qué deduces a partir de lo que lees); y reflexionar o evaluar       la información (contrastar lo que sabes del texto con la nueva información que adquieres, qué reflexionas a partir de lo leído).

Según PISA, los siguientes elementos son esenciales en la lectura de un texto:

  • Identificar el tema: ¿de qué se trata el texto?
  • Definir el propósito del autor: ¿cuál es el objetivo del autor al abordar este texto de esta manera?
  • Entender la organización de la información: ¿cómo se relaciona esto con eso?, ¿por qué?, ¿qué lo origina?, ¿cómo se llegó a esto?
  • Identificar las ideas centrales: ¿qué conceptos pretende fundamentar el texto?
  • Comparar las ideas de las que se compone el texto: esta idea es un ejemplo de eso, ese concepto se contrapone a esa definición.

El proceso de lectura, al ser de suma importancia, requiere de ti toda la concentración posible. Por ello, es importante que detectes las ideas principales de los textos y las subrayes. Esto puede ayudarte a identificarlas, que puede facilitarte la comprensión de la información. Para la lectura hay dos tipos de textos:

  • Continuos. Aquellos que por medio de oraciones permiten formar párrafos que expresan ideas completas. Esto quiere decir, que los textos continuos tienen ideas claras, precisas y a veces, incluyen temas, subtemas e ideas clave.
  • Discontinuos. Estos textos son aquellos que ofrecen información sobre un tema, sin dar muchos detalles de éste. Puede decirse que, con representaciones gráficas, mapas o esquemas.

Poslectura, Contexto y Planeación

La postlectura

Esta etapa busca que, como estudiante, organices la información que leíste y la compares con la adquirida para integrar nuevos conocimientos y aprovechar mejor la información. Es valioso que reconozcas la utilidad de lo aprendido, puesto que te servirá para darle mayor significado y aplicación en tu proceso de aprendizaje.

Para realizar esta tarea puedes llevar a cabo alguna de las siguientes actividades:

  • Organizadores gráficos
    1. Mapa mental
    2. Mapa conceptual
    3. Cuadro sinóptico
    4. Cuadro comparativo
  • Ilustraciones
    1. Periódico mural
    2. Collage

Contexto

El contexto se refiere a las circunstancias en las que se elabora el texto. Es decir, la inspiración del autor, el lugar, el tiempo, la cultura, la situación, el ambiente, entre otros, en los que se generó el escrito. Es especialmente útil para comprender la intención comunicativa de lo que se lee.

Planeación

Es el paso más importante para escribir algún tema. Con la planeación clarificas lo que quieres transmitir con lo que escribes, es decir, los objetivos y razón del texto que deseas presentar. En esta etapa se responden preguntas como: ¿Cuál es mi tema? ¿Qué información deseo proporcionar? ¿En qué se sustenta mi escrito? ¿Qué ejemplos puedo escribir para que mi tema sea entendido con claridad? ¿A qué público va dirigido? ¿Dónde voy a presentar mi texto? ¿En qué contexto se sitúan las personas que lo leerán? ¿De dónde obtendré la información?

Las etapas del proceso de escritura

Desde tiempos remotos, la escritura ha sido una actividad determinante para el ser humano, pues con ella se ha logrado preservar la vida de las especies, la cultura y las cuestiones sociales y políticas de su contexto. Además de saber leer, es importante saber escribir. Así como existe un proceso para la lectura, también lo hay para la escritura efectiva.

Redacción

Aquí comienza la aventura:

Redacta un tema tomando como base toda la información adquirida; utiliza las respuestas de las preguntas formuladas en la planeación; apóyate en los argumentos para que puedas alcanzar tus objetivos. Este será tu primer borrador, pues durante este proceso vendrán momentos en los que debas aclarar ideas o conceptos y revisar la estructura de tu texto, entre otras acciones.

Revisión

Una vez terminado el primer borrador, se realiza una revisión de lo escrito, corrigiendo las palabras repetidas o aquellas que no corresponden al texto. También se corrige aquello que no puede comprenderse de acuerdo con el público al que está dirigido el escrito; para asegurar la coherencia y cohesión del texto. Asimismo, se debe definir si el texto cumple con los objetivos que se plantearon al momento de iniciarlo, si el orden es el adecuado, si necesita algún título o subtítulo, etc.

Reescritura

Si se encuentran errores en la primera redacción, se deben reescribir o reconstruir los aspectos del texto que no sean afines a la intención comunicativa, verificando que ésta responda a tus intereses y a los de quienes leerán el texto final.

Estilo

Esta última parte del proceso de escritura se refiere a la revisión de las normas ortográficas que le darán orden y sentido a lo redactado, permitiendo que sea comprensible. También corresponde a esta última etapa, definir si el escrito será un cuento, un texto personal, un artículo o algún otro.

Fuente: Secretaría de Educación Pública. (2015). Taller de Lectura y Redacción I. Ciudad de México.